Lucelly Moreno, acompañada de familiares y amigos, en medio de una crisis de nervios y con el rostro humedecido por sus lágrimas, acudió en la mañana de ayer al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, sede ubicada en el sector 9 de Caña de Azúcar, solicitando información sobre el posible paradero de su hijo en ese recinto.
Luego de mostrar una fotografía del joven y aportar ciertos elementos característicos de la persona, los funcionarios le manifestaron que en las cavas de conservación se encontraba el cadáver de su hijo e inmediatamente la ciudadana estalló en llanto.
Temblándole el pulso y apoyada en los hombros de sus seres queridos, se dirigió al área donde se encontraban los representantes de los medios de comunicación que hacían espera por los familiares de las víctimas, denunciando que presuntamente funcionarios de un organismo policial del Estado venezolano tienen responsabilidad en la desaparición forzosa de Jubel Adrián Pereira Moreno, de 23 años de edad.
Comentó que su hijo se encontraba a eso de las 9:00 de la noche del jueves en su residencia en la calle El Samán, número 6 del barrio San Carlos, en la ciudad de Maracay.
«Para ese momento habían algunos vecinos en las cercanías de mi residencia e igualmente nuestros familiares, cuando se presentaron sorpresivamente las comisiones de las FAES, y delante de los presentes, se llevaron preso a Jubel Pereira, quien se ganaba la vida como mecánico para mantener a sus tres hijos, de 2, 5 años y otro de un mes de nacido, así como su compañera sentimental», dijo.
«Desde ese momento nos abocamos a dar con el paradero de mi hijo por los comandos policiales y nadie nos daba información. Todo parecía un misterio, y así pasamos una noche de perros», expresó la denunciante.
Ayer a primera hora de la mañana, «alguien nos pasó el dato que nos dirigiéramos a la Subdelegación de Maracay notificando del caso, y luego nos acercamos a la Morgue», comentó.
«Mi mayor sorpresa es que mi hijo está aquí, y me dicen que él murió en un enfrentamiento con las FAES», dijo la señora.
– Cómo es posible el supuesto enfrentamiento cuando ese muchacho no sabía manipular un arma de fuego y a él se lo llevaron preso de mi casa. Historia de no se cree y hay testigos que desmontarán esa farsa, expresó la señora.
Afirmaron – añadió la madre- que él se cayó a tiros en Palo Negro, específicamente en la calle Carlos Tablante en La Pica. «Es una mentira más grande que el cielo», indicó.
«Mi hijo estaba en la casa y hay testigos que demuestran la gran mentira de los funcionarios. Simularon un supuesto enfrentamiento», reiteró la querella.
Finalizó diciendo que Jubel no tenía cuentas pendientes con la justicia ni mucho menos registros policiales, tampoco se ganó enemigos en la vida. En una de las redadas, la Policía de Aragua lo detuvo en una ocasión, luego lo dejaron suelto, pero hasta ahí. «No tengo quejas de mi hijo sobre ese particular».
Trabajaba en un taller que tenía en la casa, el cual funciona en la parte de abajo y nosotros vivimos en un anexo de segundo piso.
«Esos funcionarios me destruyeron mi vida, y en estos momentos no se qué hacer, sólo pido que me entreguen su cadáver para darle cristiana sepultura y luego veremos qué vamos a hacer para que ese caso no quede impune», agregó.
«Quiero dejar claro ante la opinión pública que mi muchacho no era ningún delincuente y es totalmente falso que él se enfrentó a ese cuerpo de seguridad», finalizó diciendo.
Por otro lado, se informó a los medios de comunicación que la persona se enfrentó a las comisiones que realizaban un operativo y durante el procedimiento, se recuperó un arma de fuego, el cual quedó en posesión de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
