La necesidad de cobrar su pensión mensual obligó a los abuelos y abuelitas a hacer una cola de al menos un kilómetro y medio para poder ingresar a una entidad bancaria del Estado en la Av. Los Aviadores del municipio Libertador.
Muchos estuvieron durmiendo sobre cartones y colchonetas desde la noche del miércoles, soportando la fuerte brisa nocturna que atenta contra su delicada salud. Además de eso, los abuelitos no cenaron ni desayunaron porque, según ellos, no tenían dinero ni siquiera para los pasajes de retorno a sus hogares.
Hasta los discapacitados tuvieron que sufrir humillaciones
Al respecto, Pablo Gómez dijo: «yo vengo de Güigüe, estado Carabobo, y llegué a eso de la 1:00 de la madrugada, encontré una enorme cola que pasaba el lugar donde están ubicados los juegos mecánicos para niños, aquí hay mucha desorganización, a nosotros no nos toman en cuenta y piensa que ya no valemos nada, nosotros hemos dado parte de nuestra vida trabajando para el progreso y el desarrollo del país, sin embargo ahora nos tratan y nos humillan de esa manera».
De la misma manera, Gladis Lamas consideró que solamente en Venezuela se maltrata a los pensionados, «llevo dos días esperando y durmiendo en la puerta del centro comercial para poder cobrar mi pensión, cuyo dinero no alcanza para nada, lo bueno es que el banco tiene varias taquillas y la atención es fluida, pero lo malo es que comienzan atender desde las 10:00 de la mañana, sería bueno que el dinero se lo depositen a la cuenta personal que tienen los pensionados, y no la que el Gobierno impone, además no todos tienen la suerte de tener tarjeta de débito», denunció.
Luego Luz Marina Arias señaló que «aquí hay abuelitos y abuelitas que sufren mucho para cobrar la pensión, el Gobierno no tiene capacidad para poner orden y aplicar un sistema mejor para que las personas de la tercera edad no hagan estas colas, se cometen muchos abusos y esto también atenta contra los derechos humanos, he visto que hay mucha gente que se desmaya porque no pueden estar parados tantas horas, mientras que otros no almuerzan, ni cenan, mucho menos tienen para comprar un pan para el desayuno».
Por su parte, Ángeles Petra dijo que «es un sacrificio cobrar la pensión en los bancos del Estado, aquí no trabajan bien, esta situación no pasa en los bancos privados, allí sí hay orden, pero aquí uno tiene que soportar todo tipo de atropellos».
Finalmente, Aracelis Vázquez exhortó al Gobierno a cambiar el sistema en el cobro de la pensión, «aquí a uno lo maltratan, nos humillan, hasta los encargados de la seguridad del centro comercial se burlan y nos gritan, todo esto forma parte del sacrificio que tenemos que soportar para cobrar un dinero devaluado que no alcanza para nada».
