Gerardo Yépez Tamayo siempre será el referente de la conservación en Aragua

Los días duros para el parque nacional Henri Pittier no han terminado, ya que uno de sus principales defensores partió al encuentro del creador de todas esas especies de animales y plantas que tanto amó. La mañana de este lunes falleció el profesor Gerardo Yépez Tamayo a sus 91 años, por causas naturales y hoy los aragüeños le darán el último adiós.

Gerardo Yépez Tamayo siempre seráel referente de la conservación en Aragua. FOTO: CORTESÍA

Según el relato de sus familiares, Yépez murió en paz, aunque su vida se iba apagando, hasta su último día estuvo consciente, cuidando sus plantas, contemplando la naturaleza, viviendo al máximo el amor de su familia.

Larense de nacimiento, pero aragüeño de corazón, quien dedicó su vida a la protección de los recursos naturales no sólo del estado Aragua, sino de todo el país.

Fue un destacado biólogo conservacionista, profesor de todos los venezolanos durante muchos años a través de sus libros, en especial aquel de “Ciencias Biológicas” de primer año de bachillerato.

Yépez Tamayo egresó de la Universidad Central de Venezuela y fue profesor de esta casa de estudios, específicamente en la Facultad de Agronomía. Desde 1968-1974; fue director del Instituto de Zoología Agrícola de esa Facultad, además de haber sido fundador y director del “Vivero Integral Biogranja” en Magdaleno.

El siempre recordado y admirado profesor también fue el primer alcalde para el entonces naciente municipio Mario Briceño Iragorry, siendo además el autor del escudo que hasta hoy lo representa.

Fundó asociaciones relacionadas con la conservación de los recursos naturales en varios estados de Venezuela, como es el caso de Sociedad Conservacionista Ecologista del estado Aragua y por esa razón recibió un Premio nacional.

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Última entrevista de Gerardo Yépez Tamayo


El 16 de octubre del 2023, fue la última entrevista que se conoce del profesor Yépez, realizada por el equipo reporteril del diario elsiglo, donde con su voz apacible, su mente brillante, siempre lúcido, sonriente y atento, aseguró que nunca se arrepentiría de la vida que decidió tener.

“Claro que valió la pena, no me arrepiento de nada. Hubo cosas duras, incluso amenazas, pero no me arrepiento. Yo creo que el objetivo se logró”, fueron sus palabras al iniciar la grabación.

Por otra parte, en su noble corazón que ayer se apagó en su pecho, pero que sigue latiendo en las montañas aragüeñas, aseguró que su trabajo más importante en función de la sociedad, iba más allá de los libros publicados, de las investigaciones y los estudios.

“El legado más grande que le haya dejado a Venezuela son mi familia, mi esposa, mis hijos, mis nietos, mis 17 bisnietos, todos educados dentro de los parámetros de la conservación, no hay ninguno que sea anticonservacionista; porque aun cuando tú no los formes directamente, ellos saben lo que hacemos, nos siguen y les gusta, que es lo más importante”, señaló.

La despedida

Los restos del insigne biólogo fueron velados en la funeraria Mansión del Señor en El Limón y para el día de hoy a las 8:30 am en la iglesia La Milagrosa, donde se espera que un gran número de aragüeños despida a un hombre que no hizo más que contribuir con el bienestar de todas las especies que coexistimos en este planeta.

Familiares y amigos lamentan esta pérdida irreparable, pero honran su legado de conservación en un momento en el que el estado Aragua más lo necesita. Conservacionistas agradecen al eterno profesor su incansable lucha.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo

MG