Desde 1970 hasta el 2010, Venezuela y Guyana tuvieron altas y bajas en sus relaciones diplomáticas, en especial por la controversia por la reclamación del Esequibo, que debido a problemas internos en ambas naciones se desconocía a fondo sobre el tema.
Por esta razón, Jorge Luis Fuguett y otro grupo de personas que estaban empeñadas hacer salir a la luz pública la realidad sobre la disputa territorial, que llevó a la creación de la ONG Mi Mapa.
«Primero estuvimos con el asunto de señalar esos mapas mutilados que salían en comerciales de televisión, la prensa, redes sociales, páginas web y solicitando su corrección. Después vimos que pudimos ir más allá y conocimos a expertos del tema, embajadores, historiadores, academias, políticos y militares retirados. También tuvimos la dicha de viajar hacia el límite de facto para conocer más a fondo el tema», comentó.
Ya para el 2015, la ONG fortaleció su accionar mediático, al sacar a la luz todo lo referente a la zona en reclamación y la realidad política y social de Guyana. «Somos materia de referencia y llevamos 13 años guiando el camino hacia el Este», acotó.
CHAVÉZ Y MADURO
Continuando su explicación cronológica, el coordinador general de Mi Mapa relató que después de la firma del Tratado de Puerto España, Venezuela y Guyana continuaron con las relaciones bilaterales durante los gobiernos de la Cuarta República (1970-1999), incluso se buscaron crear hidroeléctrica y hacer carreteras que conecta a Venezuela con el Esequibo, pero estos proyectos no prosperaron.
El fundador de la ONG añadió que incluso durante la «Revolución Bolivariana», con la llegada del Hugo Chávez a la presidencia (1999-2013), hubo acercamientos diplomáticos con el vecino país, el tema sobre la zona en reclamación no se abordaba durante esos encuentros.
«Durante varios años hubo un accionar al comienzo. Recuerdo que en ese tiempo el canciller era José Vicente Rangel, y para ese entonces se frenaron empresas transnacionales en el Esequibo y frenó las ganas que tenía Guyana de permitir que Estados Unidos instalara una base aéreo espacial dentro la zona», comentó.
Incluso, para el año 2004 se fortalecieron las relaciones bilaterales que en ese año el Presidente de Guyana visitó Venezuela, y el Presidente venezolano para aquel entonces hizo lo mismo visitando Georgetown.
«Se firmó el acuerdo PetroCaribe para el año 2010, donde se compraba arroz a cambio de petróleo, pero el tema del Esequibo se hablaba en cancillería y la población no lo conocía», dijo.
Luego de la muerte del presidente Hugo Chávez, empezaron a tensarse las relaciones entre Caracas y Georgetown cuando para el año 2015 Guyana con el apoyo de las petroleras norteamericanas, encontró un yacimiento de petróleo en la zona marítima del mar Atlántico que está en reclamación con Venezuela.
«Guyana decide afincarse más para buscar una solución a este conflicto, comenzando el tema de llevar la disputa a la Corte Internacional de Justicia», aclaró.
Fuguett aclaró que Venezuela bajo el mandato del actual presidente, Nicolás Maduro, nunca aceptó la jurisdicción de la corte para resolución de ningún conflicto, y que la nación no está obligada a ello debido a que no son firmante del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o llamado también Pacto de Bogotá de 1948.
«El secretario general de la ONU para el 2016, Ban Ki-moon, colocó durante un año a un mediador para que conversara con ambas naciones y buscar una solución.
Pero resulta que no era un buen oficiante y mediador, siendo un representante personal, sólo duró 9 meses, no hizo nada y solamente fue un acto protocolar de las Naciones Unidas», señaló el coordinador de Mi Mapa.
CORTE INTERNACIONAL Y REFERÉNDUM
Ya para el 2018 la ONU siendo liderada por António Guterres, secretario general actual de la instancia internacional, refirió el conflicto entre Venezuela y Guyana a la corte de La Haya, siendo promovido principalmente por el Gobierno de Georgetown.
«Lo hizo de manera unilateral, informal e improcedente de las leyes internacionales. Porque si nos basamos en el Acuerdo de Ginebra del año 1966, el mismo reza claramente que se busca una salida practica y satisfactoria, porque sería el laudo, algo impuesto», explicó.
Fuguett dijo que Venezuela se opuso a esta decisión, rechazando llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia y llevando sus objeciones preliminares, donde expuso que Gran Bretaña va a ser partícipe de ese juicio.
«Porque la demanda realizada por Guyana es exclusivamente por la validez del Laudo de París de 1899. La Corte dice que no procede la presencia de Gran Bretaña y Venezuela tiene que presentar la estructura de fondo que sería la contra memoria que la debe presentar el 8 de abril del 2024», relató.
Fuguett concluyó este punto diciendo que no sabe si Venezuela participará en este evento, asegurando que el referéndum consultivo de este 3 de diciembre es parte de la estrategia del Gobierno nacional, para saber la opinión de la población sobre este tema.
«A raíz de ese referéndum, Guyana hizo una solicitud a la Corte para que emitiera una sentencia y que no se permite su ejecución, y este viernes 1° de diciembre dará su veredicto, su ejecución del referéndum. Pero diga lo que diga la Corte, el consultivo se hará el 3 de diciembre, y los venezolanos tienen que tener en cuenta que este es un asunto de Estado, que trasciende Gobierno, partidos políticos e intereses personales y particulares, y es un asunto que nos tiene que unir», comentó.
Fuguett finalizó su explicación reconociendo que actualmente Venezuela está polarizada y que esta realidad hace que los venezolanos no comprendan la importancia y relevancia que tiene el Esequibo y el próximo proceso convocado por el Consejo Nacional Electoral para este domingo.
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«Es una reivindicación territorial, es el séptimo de la nación que está en juego, y hay personas que no comprenden la importancia de ello. Por eso estamos con este asunto, donde lo más importante es hacer presencia el día 3 de diciembre, porque una posible alta abstención sería favorable hacia la mediática de Guyana, en decir que a los venezolanos no nos interesa el Esequibo», sentenció.
YG
