Desde hace cinco años, los vecinos del callejón Rangel y la calle Guacara del barrio La Coromoto, han tenido que lidiar con el desbordamiento de las aguas servidas en sus hogares. Catalogan estasituación de insufrible e insalubre para los habitantes, donde se ven perjudicados niños y adultos de la tercera edad.
En este sentido, José Toledo, quien vive en el callejón antes mencionado, comentó que este percance se debe a la caída de unos colectores que se encuentran cerca de su vivienda y que esto ha generado que se rebosen las aguas contaminadas.
“La cañería de mi casa está tapada y a raíz de eso se está pasando el agua para los otros vecinos, tengo cinco años en esto y le pido al alcalde Rafael Morales que tome cartas sobre el asunto”, explicó.
El ciudadano relató que este percance le ha costado algunos enemigos ya que le reclaman sobre el desbordamiento en su vivienda.
“Algunos fueron hasta la casa a reclamarme, porque dicen que yo tengo la culpa y la culpa la tiene el Gobierno, mi cañería está demasiada tapada”, recalcó Toledo.
FUERTES OLORES
En este contexto, Honorio Fuentes certificó la situación que están viviendo los vecinos del callejón Rangel, en donde considera sumamente grave para él y otros residentes el aguantar fuertes olores producto de las cloacas desbordadas.
“Esto es sumamente grave lo que está ocurriendo acá, yo sufro de asma, gastritis aguda y tengo que tragarme eso”, manifestó el ciudadano.
Fuentes tiene un año viviendo en la populosa comunidad y comentó que antes de habitar el inmueble ya los vecinos le habían advertido de las problemáticas que padecen diariamente.
“Desde hace un año que me mudé, pero la comunidad tiene muchos años con ese problema, pero esto es sumamente grave”, recalcó.
Del mismo modo aseveró Edgardo Rodríguez, que en su vivienda todos los drenajes de cloacas están colapsados y rebosados, siendo perjudicial para todos los que residen en la casa.
“Todos los drenajes de las aguas negras están tapados, el inodoro de la casa se nos está tapando. Tenemos niños, somos personas adultas y eso nos puede ocasionar enfermedades infecciosas”, dijo el vecino.
Rodríguez contó que sus hijos se atrevieron a destapar el cachimbo de la casa, arriesgando su propia salud por el bienestar de sus padres.
“La otra vez nosotros solventamos el problema, porque mis hijos metieron la mano y sacaron todo lo que estaba allí, luego le echamos Diablo Rojo y comenzó a drenar”, puntualizó.
No obstante, Edgardo Rodríguez manifestó que debido a las precipitaciones, esta situación volvió a empeorar, en donde ya les cuesta para bajar la poceta.
“Como está lloviendo la situación comenzó de nuevo, para bajar la poceta se necesitan tres cuñetes de agua”, precisó.
CALLE GUACARA DESBORDADA
Por la calle Guacara del barrio La Coromoto, en donde sus habitantes aseguran que en sus viviendas los drenajes están rebosados.
Realizaron una solución no muy agradable para los líderes de calle y de los mismos vecinos, rompieron los cachimbos, y dejar que esas aguas contaminadas recorran las calles para evitar que permanezcan en sus hogares.
Russerki Paredes, reside en el callejón Rangel y comentó que tuvo que romper esa parte del drenaje para no tener que lidiar con esos hedores putrefactos.
ROMPEN CACHIMBOS
“Lo que hacemos es romper los cachimbos para que el agua desahogue, en mi baño no se puede bajar el agua”, explicó.
aredes no se siente a gusto con esta medida que muchos vecinos aplicaron, ya que por las calles recorren todas esas aguas negras, generando insalubridad.
RIESGO PARA LA SALUD
Del mismo modo se expresó Beatriz Hernández, que en ese sector padecen de esta problemática desde hace años, siendo catalogado de riesgoso para la salud.
“Insufrible y con el miedo de que se pueda convertir en una epidemia, porque los olores son tan desagradables”, relató.
Continuó diciendo que en su baño les cuesta hacer sus necesidades fisiológicas, lamentó que no exista una respuesta de los voceros comunales de la zona.
BAÑOS COLAPSADOS
“Las aguas negras la han sacado para afuera y eso es que ni nosotros no podemos pasar por aquí. Mi baño está colapsado, no tenemos dónde hacer nuestras necesidades fisiológicas y aquí no hay nadie que se aboque a esta problemática”, recalcó.
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Ante esta situación, los vecinos solicitan a los entes competentes que les dé una solución, ya que están cansados de sufrir esta problemática.
LINO HIDALGO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
