Este jueves en horas de la tarde, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras realizaban labores de patrullaje y seguridad urbana, fueron sorprendidos por presuntos delincuentes en la población de Villa de Cura del municipio Ezequiel Zamora del estado Aragua.
Según las fuentes consultadas, la situación irregular se registró en el sector La Represa, adyacente a la antigua empresa Cealca, en la capital zamorana.
Los individuos respondían a los nombres de José Alejandro Sanabria y Antonio Jesús Nieves Pérez, a quienes les incautaron dos armas de fuego y otras evidencias de interés criminalístico, las cuales quedaron en poder de los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Se dijo que los militares recibieron una información sobre la presencia de sujetos armados en La Represa, y en aras de darle respuesta oportuna a la denuncia, se trasladaron a esa comunidad.
Cuando se desplazaban por una de las calles brindando una sensación de seguridad, un grupo de supuestos antisociales arremetió disparando contra las unidades y pese a que le dieron la voz de alto, siguieron disparando.
Al verse acorralados, los individuos se internaron hacia una zona boscosa y es allí que se originó un fuerte intercambio de disparos. Al parecer, los sujetos conocían ese sitio y sabían donde ocultarse.
Ante la agresión bélica mostrada por los antisociales, los guardias nacionales se vieron obligados a responder a la agresión para neutralizar el fuego de los hampones.
Durante el cruce de disparos, dos de los supuestos malvivientes cayeron heridos, y el resto de los compinches huyó hacia el cerro, se dijo a los periodistas.
En aras de garantizarle sus vidas, Sanabria y Nieves Pérez fueron trasladados de urgencia al Hospital Doctor Rangel en Villa de Cura, falleciendo a los pocos minutos.
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En el sitio del suceso, las comisiones incautaron dos armas de fuego. Se sospecha que los hombres pertenecían a una banda de delincuentes vinculada con el cobro de vacunas a los comerciantes del municipio Zamora, extorsión, secuestro, robo y hurto de vehículos, comercio de drogas y en otros hechos, previstos y sancionados en el Código Penal Venezolano.
Los cadáveres fueron trasladados a eso de las 11:00 de la noche del jueves al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses, con sede en Caña de Azúcar del municipio Mario Briceño Iragorry.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
