Semana flexible culminó con calles y avenidas desoladas

Este fin de semana culminó una semana de flexibilización anunciada por el Ejecutivo Nacional, esto como medida para prevenir el Covid-19 en la entidad, por lo que este domingo las calles y avenidas de la ciudad de Maracay lucieron desoladas en comparación con otras semanas.

Muy pocos comercios estuvieron abiertos este domingo

Es que al parecer los ciudadanos ya no esperan la semana flexible para hacer sus compras, ya que durante una encuesta realizada en el centro de la Ciudad Jardín, municipio Girardot, las personas indicaron que ya no observan una diferencia entre una semana y la otra, de acuerdo al esquema de 7+7.

En este sentido, Winfrey Reyes precisó que a estas alturas ya casi todos los comercios laboran durante la radicalización, “aunque sea a media santamaría pero están trabajando, antes uno salía como loco en la semana flexible pero ya no es necesario, en las radicales también se puede comprar”.

Destacó que los domingos sirven para conseguir algunas ofertas, “como los lunes los mercados no abren, entonces los domingos se puede conseguir una que otra oferta y eso nos ayuda mucho, para nadie es un secreto que la situación está complicada, casi todos los precios en dólares, entonces lo que nos podamos ahorrar siempre será bienvenido”.

Las personas aprovecharon las Farmacias Móviles para comprar sus medicamentos

Por su parte, Doris Álvarez recalcó que muchas personas utilizan los domingos para descansar y comprar alimentos, “yo trabajo todos los días, no me queda más día que los domingos para comprar y bueno en eso estamos, aunque por la soledad que caracteriza el día es un poco peligroso, pero no hay más opción debe hacerse”.

Álvarez indicó que durante los domingos no se cuenta con mucho transporte público, “no importa si es radical o flexible, este día las camionetas de pasajeros las guardan, asumo que para ahorrar gasoil, por eso también las calles están solas, ya que muchos debemos caminar para poder llegar a nuestros destinos”, finalizó.

MÓNICA GOITIA | elsiglo