Con el paso del tiempo se han ido descubriendo propiedades a la planta del cannabis, llegando a ser unas de las plantas con mayor poder terapéutico del mundo, al igual que la valeriana, el regaliz, el mate, el eucalipto o el ginseng, entre otras. Su potencial curativo y su efectividad durante algunos tratamientos de enfermedades graves, convierte al cannabis en una de las plantas más estudiadas dentro de los círculos de investigación. De ahí el nombre más comúnmente conocido como el de cannabis medicinal.
Características del cannabis
El cannabis, o también conocido como cáñamo, fue descubierto en el año 3.000 a.C., muchísimo antes de la colonización del continente americano. Se trata de una planta herbácea, que posee un mínimo de 5 hojas y no sobrepasa el metro de altura. Tiene la peculiaridad de poder ser cultivada tanto en interior como en el exterior, y sus beneficios son innumerables, gracias a su poder curativo y su efectividad durante los tratamientos de enfermedades de alta gravedad.
Los principales componentes de la marihuana
Una de las plantas más conocidas y peculiares es el cannabis sativa, ya que posee la capacidad de producir algunos de los componentes que nuestro organismo produce naturalmente. Estos componentes son más conocidos como cannabinoides, entre los que destacan el THC (Tetrahidrocannabinol) y el CBD (Cannabidiol).
El CBD no produce un efecto psicoactivo como muchos creen y se trata de uno de los componentes más estudiados del mundo por parte de médicos y científicos por los múltiples efectos terapéuticos que posee.
Uno de los aceites más famosos y efectivos para mitigar dolencias es el aceite de CBD. Proviene de la flor de la marihuana y es altamente beneficioso para el cuerpo humano.
Por su parte, el THC se trata del compuesto químico más común, de los que se desprende el CBD, que posee efectos relajantes; el CBG, que sí que tiene un efecto psicoactivo; el CBN, que reduce el ritmo cardíaco; y el CBC que posee efectos sedantes y antiinflamatorios.
Efectos medicinales del cannabis
El THC es utilizado para muchas enfermedades, entre ellas, el alzheimer. Este componente tiene la peculiaridad de bloquear la inflamación que daña las neuronas de nuestro cerebro y posee el poder de eliminar las placas tóxicas. El THC logra aliviar la confusión y la agitación en personas con alzheimer. De hecho, ya se están poniendo manos a la obra los científicos para descubrir la cura de esta enfermedad gracias a los efectos que produce el cannabis.
Otra letal y grave enfermedad en la que se utiliza la marihuana es el cáncer. Está demostrado científicamente que el cannabinoides es capaz de reducir la formación de vasos de un tumor maligno, por lo que ayuda a frenar su expansión, o más conocido como metástasis. Además, ayuda a matar las células tumorales, dejando a un lado y sin dañar, las células sanas.
El THC también es de gran ayuda para las personas que padecen enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo, la hipertensión. Este componente es capaz de llevar a niveles normales la presión arterial y reducir así las posibilidades de padecer hipertensión.
Para náuseas y vómitos también es efectivo el cannabis, aunque esta vez en dosis reducidas y acompañado siempre de fármacos antieméticos, ya que es capaz de potenciar los efectos. También está demostrado científicamente que son eficaces para reducir o eliminar náuseas y vómitos después de una radioterapia o los que surgen después de un postoperatorio.
También se han hecho estudios de que el cannabis es capaz de aumentar el apetito en pacientes con alzheimer, SIDA o incluso cáncer, que se niegan a comer. El THC causa un efecto estimulante que les abre el apetito.
El cannabis también tiene efectos beneficiosos en cuanto a la espasticidad, motivada en muchas ocasiones por esclerosis múltiple o lesiones graves de médula. Mejora el dolor, los temblores, la ataxia y la parestesia, e incluso, mejora el control de los esfínteres.
Como no podía ser de otra manera, el cannabis posee efectos beneficiosos también en síndromes. En este caso en el síndrome de Tourette, sobre todo en la distonía y la disquinesia tardía. Algunos pacientes con este síndrome experimentan una leve mejoría y muchos otros, un control parcial o total de los síntomas.
Los efectos analgésicos de la marihuana ya son un clásico y son muy reconocidos. La mitigación del dolor en muchísimas enfermedades, como por ejemplo, una esclerosis múltiple o una fibromialgia, gracias a la marihuana, es todo lo que necesitan las personas que padecen este tipo de enfermedades para poder seguir con una vida normal. Personas con VIH, cáncer, artritis reumatoide, neuralgias o inflamación intestinal, son algunas de las que necesitan de los beneficios de esta planta para sobrellevar el dolor.
La epilepsia también es otro de los casos clásicos en los que consumir cannabis está totalmente recomendado. La marihuana produce un efecto antiepiléptico gracias a unos cannabinoides, y la actividad anticonvulsionante de algunos medicamentos como el diazepam o la fenitoína, se ven potenciados gracias a los efectos que produce el THC. Gracias al cannabis, algunos pacientes que sufren de epilepsia han sido capaces de controlar en toda su totalidad los síntomas que acarrea esta enfermedad.
Por otro lado, otro beneficio que aporta esta planta es la que ejerce con los pacientes que padecen asma. Un cigarrillo con un 2% de THC hace las funciones de un broncodilatador habitual.
Aunque parezca mentira, el cannabis también sirve para combatir el síndrome de abstinencia, principalmente los causados por la dependencia de opiáceos, alcohol o benzodiacepinas. Aunque la marihuana no deja de ser una droga para muchos, actualmente se utiliza como una vía de escape para abandonar otras drogas. Como consecuencia de este beneficio que aporta, cabe decir que reduce el estrés que produce cuando un paciente siente el síndrome de abstinencia.
Futuro inmediato del cannabis
Ya son muchos los países que se han hecho eco de los beneficios que aporta el consumo del cannabis, y cada vez son más los que apuestan por recurrir a la marihuana como recurso medicinal. La mayoría del continente americano, Australia y la India, son claros ejemplos de los beneficios que aporta el cannabis medicinal, y cada vez son más los países que se suman a esta medicina tradicional.
