En Villa de Cura aún no huele a Navidad

Cada vez falta menos para que llegue la época más bonita del año, esa que para las familias es considerada un momento para el compartir y el encuentro; mientras que para los comerciantes es una fecha que se empezaba a percibir desde principios del mes de octubre.

Aunque los vendedores de Villa de Cura, en el municipio Zamora, aseguran que esta no es la misma Venezuela de antes en la que a partir de estas fechas el comercio dedicado a la oferta de ropa y calzados se empezaba a movilizar, no pierden las esperanzas que en los próximos días este se reactive.

En este sentido, Kelly Mejías indicó que los altos costos mantienen afectados a todos los venezolanos, por esa razón aún no ha comenzado la venta de los estrenos, «pienso que si se movilice el comercio porque al final el ambiente navideño persiste, pero tardará un poco, quizá no será igual que antes, será más flojo, lo hemos visto desde el punto de vista de los comerciantes, si habrá movimiento, pero no será igual».

La vendedora manifestó que espera que a partir de noviembre se activen estas compras, «en estos momentos los zapatos más económicos que tengo cuestan 150 mil un modelito sencillo, las ventas en estos momentos varían, no hay un estándar como tal, suben, bajan y así están, no han agarrado el estándar navideño de antes».

De igual manera, Jhon Lata, vendedor de ropa, expresó que las ventas han bajado debido a la situación país, pero mantiene su confianza de que a finales de este mes de octubre comience la zafra navideña, donde la vestimenta para niños y damas son las que se venden como pan caliente, mientras que la de caballero es la que menos sale.

Para estas fechas se necesita invertir más de 10 salarios mínimos para vestir un niño, según lo explicado por Lata, un pantalón tiene el valor de 250 mil bolívares, las franelas sencillas entre 120 y 130 mil bolívares, una camisa Bs 350 mil y un conjunto de chaqueta y mono 600 mil bolívares.

PADRES HARÁN EL ESFUERZO

Por su parte, Yudith Moreno, tiene tres hijos, explicó que se le hace complicado comprar estrenos para todos sus muchachos, por esa razón piensa comprar tela y mandarle a confeccionar las prendas de vestir a su niña, que es la más chiquita. «Los varones están grandes y entienden la situación país, tenemos que hacer lo posible para poder comprar aunque sea el Niño Jesús a la niña, para el último de este mes espero poder empezar a comprarle algo».

Moreno manifestó que tratará de mantener el ambiente decembrino en su hogar, pero en su mesa navideña no se verán la tradicionales hallacas, estas serán sustituidas por otro plato, «se haría un picadillo, con un poquito de carne, harina y se envuelve en aliño, siempre se hace el esfuerzo y uno lo hace».

Mientras que Keily Camacho aseveró que con el actual sueldo mínimo está difícil comprar la ropa que se usa para Nochebuena y Fin de Año, «si con la temporada escolar ha costado conseguir, a veces hasta buscando con las personas que hayan dejado un pantalón o una franela para el colegio, me imagino que hoy en día para el venezolano estrenar es difícil». «En mi casa no habrá el mismo ambiente navideño de antes, con la misma crisis eso se ha perdido, antes los venezolanos tenían en su mesa hallacas, pernil, pan de jamón, pero eso se he perdido con la situación», continuó.

Con respecto a la compra del regalo del Niño Jesús, Camacho dijo que los padres están guardando poco a poco para regalarle algo a sus hijos, «a veces los niños son felices hasta con una chupeta, lo importante es darle un agrado con chucherías para que no se pierda la tradición, pero darle un juguete es difícil».

PAÚL ESTEBAN TREJO |elsiglo