Venezuela dijo el viernes estar preocupada por la “inminente reactivación” del conflicto armado en Colombia, donde líderes de la guerrilla de las FARC que se habían desmovilizado anunciaron el jueves que volverán a la lucha armada.
El país petrolero fue uno de los acompañantes en las negociaciones de paz de cuatro años entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que firmaron en 2016 un acuerdo para poner fin a un conflicto interno que ha dejado 260.000 muertos.
Venezuela “está en consultas con el resto de los países acompañantes y garantes del proceso de paz para trazar estrategias inmediatas que permitan el restablecimiento de los contactos entre las partes”, dijo el canciller, Jorge Arreaza, al leer un comunicado.
En el texto, el gobierno del presidente Nicolás Maduro calificó como “insólito” que el mandatario colombiano, Iván Duque, acuse a terceros países y personas de “su exclusiva responsabilidad en el planificado desmontaje del proceso de paz”.
En un tuit más tarde Maduro informó que buscará mecanismos para acercar a las partes en Colombia.
“Agotaremos todos los esfuerzos necesarios que permitan generar las estrategias para el restablecimiento de las conversaciones” entre el gobierno y los rebeldes, escribió el presidente venezolano en su cuenta en la red social Twitter.
En julio en una intervención en el Foro de Sao Paulo, Maduro dijo que dos prófugos exdirigentes de la desmovilizada guerrilla de las FARC, son “bienvenidos a Venezuela”, días después de que Colombia denunció que estarían ocultos en el país petrolero.
El mandatario se refirió a Seuxis Paucias Hernández, más conocido como Jesús Santrich, y de Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, quienes participaron en la negociación de paz entre el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y las FARC para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos.
Arreaza no hizo mención directa a señalamientos hechos el jueves por Duque, quien dijo que la decisión de algunos jefes de las Farc no significaban el nacimiento de una nueva guerrilla, sino de amenazas de “narcoterroristas” apoyados por el gobierno de Maduro.
Venezuela ha negado que albergue a jefes de la guerrilla, mientras el vicepresidente del partido oficialista, Diosdado Cabello, dijo el jueves que Caracas no tiene nada que ver con el conflicto de Colombia.
Reuters
