Las Fake News, también conocidas como noticias falsas en una traducción directa al español, se han convertido en uno de los problemas más importantes de la presente década.
Aunque es cierto que las Fake News no son algo nuevo la llegada de Internet y el desarrollo de las redes sociales las ha impulsado a niveles inimaginables. Basta con que una persona publique una noticia falsa en una red social para que ésta pueda empezar a correr como la pólvora y llegue a adquirir un cierto halo de credibilidad.
Las consecuencias pueden llegar a ser muy graves, tanto que hay casos de Fake News que han llegado a tener un valor equivalente al de una noticia real, y otras que han evolucionado hasta convertirse en Fake Events, un tema muy interesante que ya tuvimos la oportunidad de tratar en este artículo.
¿Por qué son tan importantes las Fake News?
Principalmente porque pueden utilizarse para manipular a las personas con diferentes objetivos, que van desde el comercial hasta el político. Con esto en mente es fácil entender que los principales entes internacionales quieran reforzar las medidas de control para luchar contra las Fake News y reducir al máximo su impacto, pero es un tema muy complicado que requiere, además, de una estrecha colaboración de gigantes como Google, Facebook y Twitter.
Las Fake News se han convertido, como anticipamos, en una forma de injerencia externa que ha sido utilizada por países como Rusia para influir en el resultado de las elecciones de grandes potencias mundiales, y la Unión Europea y sus Estados miembros no son una excepción. Esto explica de forma sencilla y clara el interés de la Comisión Europea por reducir su impacto, un objetivo que francamente es poco realista.
En uno de los últimos informes de la Comisión Europea se indica claramente que esos tres gigantes no han realizado suficientes avances para mejorar su capacidad de lucha contra las Fake News, tanto en lo que respecta a su identificación temprana como al alcance de las mismas. Por ello ha pedido a dichos gigantes tecnológicos que refuercen su lucha contra las noticias falsas. Facebook y Google ya firmaron recientemente un acuerdo para hacer frente a las Fake News, pero está claro que no ha sido suficiente y que todavía queda mucho trabajo por hacer.
Salta a la vista que esa pugna contra las informaciones falsas en Internet tiene todavía mucho camino por delante, pero no debemos olvidar que la educación puede ayudar en gran medida hacerle frente. Enseñar al usuario a no creer todo lo que ve en Internet y a que contraste mínimamente la información es una de las maneras más efectivas de luchar contra las Fake News.