Los nuevos dueños de Flickr a punto de asesinar una parte histórica de internet

Si alguna vez creaste una cuenta de Flickr probablemente ya has recibido el email: última oportunidad para pagar Flickr Pro, que cuesta 50 dólares al año o 6 dólares al mes. Aquellos que no lo hagan pueden hospedar un máximo de 1.000 imágenes, que es el nuevo límite de las cuentas gratuitas. Las fotos excedentes serán eliminadas para siempre** a partir del 5 de febrero de 2019.

Cuando SmugMug compró Flickr a Yahoo, aseguró que seguiría dando soporte de las cuentas gratuitas pero no dio detalles. Meses más tarde anunciaron el límite: 1.000 imágenes, si tienes más las borramos, si no quieres que eso suceda, debes pagar.

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Estoy completamente de acuerdo y a favor de pagar por servicios de este tipo y afortunadamente la sociedad en general ha ido aceptando, con el tiempo, que algunas cosas tienen precio. El suscribirse a servicios online como Spotify, Apple Music, Netflix o pagar por hospedaje extra en la nube a Google, Dropbox o Apple dejó de ser raro hace mucho.
Pero detrás de Flickr hay un legado demasiado grande que ya no depende únicamente de los dueños de las fotografías e imágenes que se han subido durante los casi quince años en que el servicio ha existido. Muchos de ellos han, lamentablemente, muerto. Muchos no recuerdan sus credenciales de acceso y muchos probablemente crearon sus cuentas con emails que ya no existen, retirando la posibilidad de reiniciar contraseñas.
Hay millones y millones de imágenes hospedadas por un servicio que llegó seis o siete años antes de tiempo, el primer gran ejemplo de lo que alguna vez mal-llamamos “web dos punto cero”, una de las primeras grandes adquisiciones al espíritu positivo e ingenuo de emprendimiento que renacía después de la gran caída del punto-com.
El paso es especialmente sangrante considerando que Flickr, antes de ser adquirido, daba 1 terabyte de espacio gratuito. Nuevamente, estoy de acuerdo que deberíamos pagar por un servicio, pero el límite de apenas 1.000 fotos y la amenaza de eliminarlas para siempre a quienes no paguen suena a chantaje.
Es verdad que Flickr es un dinosaurio que no supo adaptarse a los tiempos. No solo Instagram se lo “comió vivo”, además servicios de almacenamiento en la nube gratuitos e integrados como Google Fotos o la app de Fotos de Apple han restado sentido a un sitio independiente de hospedaje de fotos.
Lo que Flickr sí tuvo fue una comunidad increíble que nunca más se ha vuelto a crear alrededor del acto de fotografiar. Algunos como 500px lo han intentado, sin éxito. Es una pena ver como SmugMug, los nuevos dueños van a asesinar una parte importante de la web, por una falta tremenda de respeto al legado de lo que tienen en sus manos.