Investigan a madre de los niños asesinados por “El Monstruo del Valle”

Norelis Carolina Graterol, madre de los niños que fueron objeto de abusos sexuales y posteriormente muertos a manos de un peligroso delincuente, identificado con el alias de “El Zapatero”, quien cayó abatido la noche del sábado en un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en la población de Cúa del estado Miranda, será sometida a fondo a las investigaciones para determinar su corresponsabilidad en los actos sexuales continuos contra sus propias criaturas, según la información ventilada en fuentes caraqueñas.

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Miles de personas acompañaron a los féretros

Los informes forenses arrojaron evidencias de vieja data de las referidas lesiones, y se quiere saber, a ciencia cierta, si ella estaba o no del conocimiento de ese aberrado acto, se dijo a los periodistas.

Se desconoce con certeza si el homicida las había atacado antes, o si hay otras personas involucradas, y todo apunta hacia ese objetivo, y mientras no se demuestre lo contrario, todos son sospechosos.

Sobre esa historia de horror y crueldad hay muchos cabos sueltos, y desde el punto de vista investigativo, el caso está interesante.

Por su parte, el comisario Douglas Rico, director nacional del CICPC, manifestó que José Manuel Morgado Bello, alias “El Zapatero”, presentaba un historial por los delitos de robo y hurto, adicionando asimismo que el individuo había abusado con anterioridad de las dos hermanitas, de 4 y 11 años de edad.

Ese día de los hechos, el hombre llegó a la casa de una de sus dos hijas en horas del mediodía del sábado. El día anterior, en horas de la tarde, se había ido del barrio El 70 con la intención de esconderse.

Los funcionarios del Cicpc llegaron a él directamente gracias a lo que denominan “fuentes documentales”, es decir, lo primero que hicieron fue revisar sus datos a través del Saime y determinar la dirección de habitación que tenía registrada desde la ultima vez que renovó su cédula de identidad.

Esa información arrojó como resultado una vivienda en el sector La Quebradita de Nueva Cúa, en Valles del Tuy. De inmediato una comisión del Cicpc de Ocumare fue activada para este rastreo y llegaron al sitio en horas de la noche. Efectivamente el hombre estaba en la vivienda en compañía de una de sus dos hijas. En ese lugar se registró el enfrentamiento.

Otro elemento que surgió durante la investigación del círculo familiar de este sujeto, es que un hermano se quitó la vida luego de haber abusado sexualmente de sus dos hijos. El germen de la violencia.

Como dato curioso, vale resaltar que un día antes del desenlace de esa historia, el padre de las criaturas fue privado de libertad y confinado en una cárcel. Allí pagará una pena de cuatro años.

Los familiares se trasladaron con los respectivos féretros hasta ese recinto para que el padre pudiera ver a sus hijos por última vez y cómo no pudieron los lograr los objetivos, la carroza siguió con su destino como era el cementerio.

El caso como tal ha causado consternación y repudio en toda la población, y hechos de esa naturaleza no debe repetirse en nuestro país. Hay que tener una mente sucia y negra para ejecutar un hecho de ese tipo.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo