Carnicerías del eje Este de La Victoria se encuentran vacías

En el eje Este del estado Aragua con el transcurso del mes se ha ido agudizando el problema para conseguir carne en cualquiera de sus cortes, lo que ha ocasionado en muchos casos que carniceros y dueños de estos comercios, se vean en la necesidad de bajar sus santamarías, por la desaparición casi por completo de los proveedores.

Las pocas carnicerías que se encuentran abiertas no tienen carne

En este sentido, en un recorrido realizado por estos establecimientos populares de los municipios Ribas, Revenga, Bolívar y Santos Michelena, se pudo conocer que los carniceros han dejado de trabajar, por no obtener una respuesta convincente por parte de los proveedores, quienes no les dan un precio establecido.

«Tengo parado lo que va de mes y abro a media máquina, porque no se consigue carne; y la poca que hay uno debe cancelarla a precios que son un exabrupto, lo que se me hace ilógico, ya que uno debe posteriormente venderla a los precios establecidos por las autoridades nacionales, lo que representa una pérdida significativa para nosotros como comerciantes», aclaró José Mendoza, encargado de una carnicería.

Las patas de pollo son una de las más llevadas en los mercados populares

Asimismo, Mendoza señaló que los proveedores están colocan el rubro a precios que rozan los 117 BsS y de ellos adquirirlo deben ajustarle el precio acordado por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), que es de 90 BsS. Lo que a su parecer no es más que una burla en contra de ellos.

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Por otro lado, Carlos Bracho, quien también se dedica a la venta de estos alimentos, que él ha estado sobreviviendo con la venta de cochino en pocas cantidades, al igual que bofe, riñonada y hasta las populares patas de gallina. «La gente está buscando comprar y estos productos al parecer les funciona. Es lo que podemos ofrecer, mientras se acomoda la situación», puntualizó.

Las neveras son surtidas con bofe, patas de ganado y estas últimas sólo cuando hay

Entre tanto, otros como Ramón Casadiegos dijo, «yo no he abierto mi local, sólo vengo verifico cómo está todo y me vuelvo a retirar. Los proveedores no están respondiendo llamadas y si responden no tiene un precio establecido. Nos tienen peloteados de una semana a otra y con precios que cada vez están más altos. No terminamos de reunir, cuando ya hay otro incremento».

Para finalizar los afectados manifestaron su esperanza con que la situación cambie para mejor, ya que no saben cómo sobrevivir con este ambiente tan cambiante para ellos.

DANIEL MELLADO | elsiglo