A pesar de ser una proteína de primera necesidad, las ventas de carne y pollo han sufrido una baja considerable, según manifestaron los comerciantes del Mercado Principal de Girardot, quienes afirmaron que las ventas no están como antes.
Una de las razones que dieron las personas que diariamente trabajan en este mercado libre, es que el poder adquisitivo de sus clientes ha bajado bastante, ocasionando que no tengan la solvencia económica para hacer compras grandes.
Debido a esto, los negocios han tenido que comprar menos mercancía para así evitar que les sobre, tomando en cuenta que la carne y el pollo son productos delicados que deben salir frescos y con frecuencia.
Gloria Tasco, vendedora de este mercado popular, comentó que tienen más de tres semanas con las ventas «pésimas», atribuyendo este fenómeno a que los consumidores no tienen dinero, siendo las vísceras el producto más vendido por ser económico.
Hace unos años, esta situación no se veía, ya que las personas han optado también por consumir bofe y corazón, carnes que se vendían para el consumo de animales, sin embargo, la situación económica ha orillado a las personas a comer esto por su bajo costo.
«La gente está comprando lo más económico y lo poquito que se van a comer en el día, ya no es como antes que venían los sábados y hacían su mercado completo para la semana, ya no. Se llevan uno o dos bistec», especificó Gloria Tasco.
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Ventas de pollo va disminuyendo
Por su parte, a pesar del descenso en las ventas, este es un rubro que se mantiene mucho más que otros, debido a la importancia en las dietas balanceadas de las personas, pero aún así han sufrido estos golpes económicos.
Los comerciantes coincidieron en que el pollo picado y entero ahora se vende mucho menos que antes, ya que son un poco más costosos que los demás.
Carlos Rodríguez, también vendedor del mercado, destacó que incluso la afluencia de personas que visitan las instalaciones es precaria. También mencionó que los clientes más frecuentes son los adultos mayores y que con la pensión que éstos perciben no les alcanza para hacer grandes compras, que afecta directamente en sus ingresos como comercios.
«No hay movimiento, el país está un poco apagado. Las porciones han bajado mucho, ahora se llevan medio kilo o menos», destacó Rodríguez.
También explicaron que el movimiento varía, antes los fines de semana eran los días que más ventas habían, ahora realmente es cualquier día, por lo general cercano a la llegada de los bonos.
«Todo depende de cuando las personas cobran, les caen los bonos, esos son los días más movidos», declaró Jonathan Rosales.
Finalmente, los comerciantes expresaron que no esperan que la situación mejore en un futuro con respecto a las ventas, porque no se trata de una temporada baja, sino un problema económico colectivo.
ALEJANDRA BUITRAGO | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
JAS
