Robots: Entre el espíritu y las máquinas

Continuando con nuestro viaje por el futuro, entramos en un plano tecnológico que no es virtual, sino físico, mecánico: la robótica. Se trata de un desarrollo tecnológico en pleno auge sobre las computadoras que tienen la capacidad y el propósito de movimiento, capaces de ejecutar tareas de manera flexible según su programación, mezclando la Inteligencia Artificial y la mecánica pura.

¿Qué lugar ocupan los robots en nuestra vida?
¿Qué lugar ocupan los robots en nuestra vida?

No existe actualmente un concepto firme sobre «robot», pues hasta un electrodoméstico inteligente podría entrar en la categoría. No obstante, nuestro enfoque es ver la robótica como una fase del desarrollo tecnológico centrado en crear máquinas, con funciones programables, y que en última instancia, y alimentados por la literatura y las películas, pudieran tener, en un futuro lejano, forma y funciones humanas.

R.U.R

En este sentido, recordemos que el primer robot fue creado apenas en 1961, pero el término tiene más de un siglo acuñado. Efectivamente, hace más de 100 años, la creación de robots era una idea fantasiosa, de ciencia ficción, centrada en un futuro de invenciones maravillosas, que facilitaban la vida de la humanidad. Una era futurista, que para ese entonces, sólo era una utopía.

Un selfie con los robots, algo más que una fantasía
Un selfie con los robots, algo más que una fantasía

Incluso, el término «robot» no fue creado por un científico, sino por el checo Josef Capek, quien ayudó a su hermano Karel Capek, a dar nombre a una especie de humanos diseñados artificialmente para realizar labores de fuerza, que incluiría en una obra teatral.

Josef le sugirió el término «robota», que llegó al gran público de la época en la obra R.U.R (Robots Universal Rossum), publicada en 1920.

En siguiente peldaño lo subió en 1941 el escritor y profesor de bioquímica norteamericano de origen ruso, Isaac Asimov, quien definió el término de robótica como la ciencia que estudia los robots. Siendo desde la ciencia ficción las bases de una disciplina actual, que se ocupa del diseño, operación, manufacturación, estudio y aplicación de autómatas o robots.

AUTÓMATAS Y ROBOTS

Wall-E, los inolvidables robots de «Guerra de la Galaxias»; el Cyberdyne Systems T-800 modelo 101 de «Terminator», el idílico «David» de la cinta «AI: Inteligencia Artificial» de Steven Spielberg, los peligrosos «NS5» o el neurótico «Sonny» de la cinta «I, Robot», son arquetipos robóticos, con antepasados que se remontan a los inventos de Leonardo Da Vinci, a los autómatas de inventor francés Jacques de Vaucanson y el artesano japonés Hisashine Tanaka, y mucho más atrás en la historia, a los matemáticos griegos, o historias mitológicas como la del dios griego Cadmo, quien sembró dientes de dragón que se convertían en soldados, o la del dios de los herreros Hefesto, quien creó sirvientes mecánicos inteligentes de oro y otros materiales de hierro.

Los niños han creado robot como parte de su estudio
Los niños han creado robot como parte de su estudio

Y estas referencias son arquetipos en tanto constituyen patrones para quienes en la actualidad se dedican a la invención y construcción de robots, especialmente los jóvenes, quienes están plenamente conscientes de que, a diferencia de dichos robots del cine, les corresponde desarrollar máquinas sencillas, con funciones específicas, que poco a poco vayan contribuyendo a la ciencia robótica desde lo particular y personal.

Y desde la revolución industrial, la humanidad desarrolló artefactos inimaginables que facilitan la producción manufacturera, gracias al descubrimiento de la energía eléctrica y otras series de invenciones que ayudaría a crear otras invenciones.

Fue entonces que para finales de los años 30, el mundo conoció a Elektro, construido por Westinghouse Electric Corporation, un robot de más de 120 kilos y 2.10 metros de estatura, que podía caminar y decir al menos 700 palabras de manera independiente.

En el lapso de siete décadas, la robótica se paseó entre la industria y las aplicaciones en la medicina, desarrollo de dispositivo de rescate y estudio de volcanes, y robots comerciales e industriales que realizan tareas de forma más exacta o más barata que los humanos.

También te puede interesar: IA: La nueva era de transformación tecnológica

Crear robots es algo más que una ciencia científica
Crear robots es algo más que una ciencia científica

Ya en 2002, empresas como Honda y Sony comenzaron a vender comercialmente robots humanoides como mascotas, entrando entonces la robótica en la era de Aibo. y completando así un gran arco, entre la fantasía, la ciencia ficción y la ciencia, mezclando los sueños Capek y Asimov, en la forma de un perro o de una mujer «María», como en la película «Metrópolis» de Fritz Lang, que siguen haciéndonos soñar con estos artefactos sirviendo a la humanidad, regidos por la ley de la robótica: «Un robot no puede causar daño a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daño».

LINO HIDALGO | elsiglo

YG