Ante la sorpresiva llegada de miles de temporadistas a las costas aragüeñas, los pescadores del sector de La Boca en el municipio Costa de Oro, pueden ver el resurgir de esta labor milenaria, en esta zona que se vio afectada por las condiciones climáticas de los últimos meses.
Hasta hace pocos días, las personas se mostraban renuentes a viajar hacia las playas del estado Aragua por temor a los derrumbes ocasionados por las fuertes lluvias, entendiendo que se trata de una vía que atraviesa las montañas del Parque Nacional Henri Pittier.
Durante estos días de angustia, los pescadores se unieron para colaborar con la comunidad desde lo que saben hacer, es por esto que Raúl Pinto relató que muchos se pusieron de acuerdo para regalar pescado a las personas del pueblo que afrontaban una situación económica compleja ante la ausencia de visitantes.
“Regalábamos sardina, cataco, cojinúa, porque hay que ayudarnos mutuamente, ya que este es el trabajo que genera ingresos en la región y estábamos viviendo una época dura y ante las condiciones climáticas la pesca estuvo difícil, pero ya se ha ido normalizando todo gracias a Dios”, explicó el pescador conocido popularmente como “El Canela”.
Asimismo, Pinto aseguró que a pesar de las dificultades, la primera semana de enero ha sido todo un éxito, por lo tanto desea que el 2023 continúe de esta manera, por lo tanto “invitamos a todas las personas a que vengan a comprar, tenemos pescado barato y con su compra, nosotros podemos mantener a nuestras familias”.
Por su parte, Miguel Octavio Cozo, otro pescador de La Boca, afirmó que este inicio ha sido muy favorable, cosa que le genera mucha satisfacción porque la temporada de enero es considerada la más importante en número de temporadistas, por lo tanto, los comerciantes se preocupan si las cosas salen mal, porque sabrían a qué enfrentarse el resto del año.
“Nos tomó por sorpresa la cantidad de visitantes que llegaron a nuestras playas, aunque nunca perdimos la fe y el entusiasmo de que todo saliera bien y hasta ahora todo transcurre de maravilla y nosotros aquí les ofrecemos peces fresquesitos directamente desde el mar hacia el consumidor”, añadió Cozo.
LANCHEROS
Estos días de crisis también sirvieron para que los consejos de pescadores se organizaran y en autogestión, instalaran cámaras de seguridad en los alrededores del Control de Zarpe de Turipesca Simón Bolívar del sector La Boca, desde donde salen las lanchas hacia Choroní, Chuao, Cepe, Tuja, Catica y La Ciénaga.
“Nos organizamos, educamos a los lancheros en cuanto a los primeros auxilios y a los turistas les decimos que se dirijan directamente a nosotros para que vivan esta experiencia de la mano de personas responsables que darán la cara si llegase a ocurrir algún percance, aunque en los dos años que tenemos aquí, no hemos tenido quejas”, explicó, Erika Primera, trabajadora de esta organización.
Desde este punto se realiza un control de zarpe, se lleva la cuenta de cuantas personas se encuentran en La Ciénaga y la hora de su retorno, para el cual tienen un límite de las 5:00 p.m. para garantizar la seguridad. “Llevamos el control de cada turista y que lanchero lo lleva”, explicó Primera.
Además de esto, Alberto Garabán aseguró que La Ciénaga es el destino de preferencia de los turistas que solicitan lancha. “Estamos contentos, agradecidos con Dios y con todos los visitantes que vinieron a nuestras playas hermosas, después de esos días oscuros de pandemia y luego lluvias”, expresó.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
