La primogénita de Aragua, San Sebastián de los Reyes, ha sido el punto de partida de muchos acontecimientos en la historia de Venezuela y como muestra de ello, en su plaza se encuentra la única estatua con las medidas perfectas del libertador Simón Bolívar, también posee única ermita natural de Venezuela y la cofradía más antigua de Sudamérica.
Pero cuando se trata de la cultura, San Sebastián es una de las principales referencias, ya que ha sido la cuna de grandes talentos y su pueblo lucha día a día para conservar sus tradiciones, por lo tanto, cabe destacar la importancia de la existencia del Ateneo Miguel Ramón Utrera, desde donde se han formado miles de artistas en las diferentes disciplinas.
En este sentido, José Brito, presidente de la Fundación Cultural de Cine y director general de la Banda Show Nuestra Señora de la Caridad, aseguró que hablar del Ateneo es hablar de la historia de Venezuela y sobre todo de Aragua, porque somos ciudad primogénita con una experiencia de cuatro mudanzas y un asentamiento”.
Esta casona, considerada patrimonio cultural, en alguna oportunidad fue la primera escuela nacional, de la mano del insigne poeta José Ramón Utrera, por lo tanto, se considera el punto de inicio de la educación en el estado Aragua.
“Viene a ser un espacio que en su momento le quitó un problema habitacional que tenía la cultura, porque no había donde ensayar ni hacer las actividades y por eso nace para poder llevar a cabo todas estas manifestaciones artísticas de nuestro pueblo que tiene unas fiestas hermosas, con la dicha de tener dos patrones San Sebastián Mártir y la Virgen de la Caridad y eso hace que muchas tradiciones se concentren aquí”, relató Brito.
Además de esto, este cultor asegura que estos espacios benefician a más de 300 personas, pero constante y permanente asisten 150, con la intención de formarse en las distintas disciplinas: teatro, danzas, música, artes plásticas, clases de cuatro, guitarra, zancos, un taller de artesanía y demás.
“Con el respeto de las demás poblaciones, San Sebastián es una potencia cultural y dicen que un pueblo no es nada sin su gente y su historia, tenemos una historia increíble y aquí no pensamos en grupitos de danza y de teatro, nosotros vemos la cultura desde el punto de vista antropológico que es ‘todo lo que el hombre y la mujer hace’ y tenemos que verla siempre desde esa perspectiva para que la podamos entender”, recalcó Brito.
UN TECHO DIGNO PARA LA CULTURA
A pesar de ser un lugar tan emblemático, el tiempo no pasó en vano para esta noble institución, ya que se empiezan a notar algunas decadencias en su infraestructura, razón por la cual, los maestros, cultores y representantes hacen un llamado a las autoridades competentes para recibir la ayuda necesaria y restaurar el techo que poco a poco ha perdido su vitalidad.
“Aquí al Ateneo se le han hecho algunos cariños, pero realmente es una edificación muy antigua y el tiempo la ha maltratado un poco, pero la situación del techo nos preocupa, es algo que realmente necesitamos, es por eso que nos dirigimos como institución a todas las autoridades para que nos den la tranquilidad de que podamos solucionar estos problemas”, añadió el artista.
Asimismo, hizo referencia a que el aporte que da el Ateneo para todo el pueblo de San Sebastián y el estado Aragua, vale toda la inversión que le puedan ofrecer a su infraestructura, ya que este lugar ha impulsado la resistencia de un pueblo en relación a lo que son sus manifestaciones y como resultado han gestado grandes agrupaciones que han tenido buenos resultados, no solamente fuera del estado, sino que también fuera de las fronteras patrias.
En este sentido, las personas que se benefician de estos espacios en el corazón de un pueblo histórico, no sólo quieren resguardar su patrimonio, sino que también buscan proteger a su población ante valores foráneos que pueden empañar su identidad como sansebastianeros.
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“El gran problema es que a veces somos alienados culturales y vivimos de snobismos culturales de los demás con valores que pueden tapar lo que nosotros realmente somos, y a veces esas actitudes no sólo nos llevan a la transculturación, sino que nos llevan a arrancar de raíz nuestras propias tradiciones, nuestra idiosincrasia y es precisamente lo que queremos evitar”, puntualizó Brito.
CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
