El regreso a clases significa para muchos padres el temor a exponer a sus hijos a los diversos abusos que se han intensificado en los últimos años, el bullying escolar, o abuso escolar, como es conocido, ha venido creciendo a pesar del gran esfuerzo que muchos profesionales dedican para erradicarlo.
Una de estas profesionales es la licenciada Livia Bellorín Gutiérrez, profesora de profesión y especialista en orientación educativa, quien desde el año 2013 se ha dedicado a dictar talleres y conferencias para dotar de herramientas a los maestros y profesores para enfrentar este acoso en las aulas de clases.
“Este flagelo se ha apoderado de las instituciones educativas, por esta razón estoy trabajando para orientar a los padres y representantes, junto a los docentes, sobre las características de este fenómeno, como combatirlo, pero sobre todo como detectarlo”, explicó Bellorín.
Destacó la docente que el acoso escolar tiene su origen en la violencia que se ha trasladado a las aulas escolares, eso que anteriormente se conocía como “chalequeo” se ha multiplicado con agresiones físicas y psicológicas que buscan minimizar la personalidad de los alumnos.
“En muchos casos la falta de formación de valores sociales ha influido en el incruento del acoso, vemos con preocupación que los acosadores son jóvenes que no poseen en su formación valores como el respeto y la tolerancia, de igual forma, se ha demostrado que los acosadores son el resultado de hogares disfuncionales donde el abuso es parte de su rutina”, puntualizó.
INCREMENTO DEL ACOSO DESPUÉS DE LA PANDEMIA
Añadió la orientadora, que temen un incremento en las conductas de abuso escolar con este regreso a clases, ya que muchos niños han perdido la costumbre escolar o esa socialización que se adquiere con la rutina de asistir a los colegios.
No hay estadísticas específicas en esta materia, puesto que el acoso está presente desde el nivel de preescolar hasta el universitario, por esta razón debe haber una formación continua de los docentes para poder detectar estos casos y tomar las acciones correctivas.
A juicio de la docente, hay algunos elementos que se deben considerar para detectar situaciones de acoso.
“Lo más importante es que debe haber una comunicación fluida entre los padres y los niños, conocer sus rutinas, saber quiénes son sus amigos, de esta forma saber si son objetos de presiones o abusos”, detalló.
De igual forma, la especialista añadió que es fundamental que los padres conozcan sobre el caso para que puedan identificar si sus hijos están siendo víctima de este flagelo.
“Hay variantes de este abuso, como el ciberacoso, el acoso físico que en muchos casos ha llevado a niños al suicidio y está el acoso institucional, que en muchos casos es generado en los colegios e instituciones educativas”, señaló.
En cuanto al rol que ejerce el docente es fundamental, ya es quien debe mediar en el aula de clases al detectar cualquier caso de violencia, por esta razón es necesario que se forma en esta materia.
APOYO AL GREMIO EDUCATIVO
Esta iniciativa ha sido posible de concretarla en el estado gracias al apoyo de Sindicato Nacional Fuerza Unitaria Magisterial (Sinafum), quien ha contribuido con las jornadas de trabajo.
“Tenemos un programa bandera de formación que lleva por nombre “Defensores de la Paz”, un taller que cuenta con la participación de un grupo de niños que detallan lo que es el acoso escolar, ya que hemos comprendido que hay niños que captan mejor el mensaje cuando viene de sus similares”, acotó Bellorín.
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Concluyó que las instituciones, grupos de docentes o de padres que estén interesados en este taller de formación o de llevar esta charla a los colegios pueden solicitarlo por medio de los voceros del Sinafum.
MAURICIO BOLÍVAR | elsiglo
