Los habitantes de las cinco parroquias que hacen vida en el municipio José Félix Ribas, denunciaron ante el equipo reporteril del diario elsiglo, que desde principios de semana, los trabajadores del sector transporte, tomaron la decisión de aumentar el costo del pasaje de 1.50 a 2.00 bolívares y dependiendo de la extensión se aumenta la cifra a 4.00 bolívares, causando malestar en la colectividad.
Los indignados ciudadanos aseguran que este incremento del pasaje los deja como “Pajaritos en grama”, pues no se explican de donde salió, ni quien lo autorizó, ya que según en la jurisdicción no existe ningún tipo de gaceta u ordenanza que lo avale.
“Para nadie es un secreto que todo está aumentando y que cuesta conseguir los repuestos, pero realizar un aumento arbitrario no es la solución, porque los que nos vemos afectados somos los ciudadanos comunes, a quien se nos adiciona un dolor de cabeza más, ya que lo que ganamos no nos da la base y más con el precio del verde subiendo y con él los productos de primera necesidad”, mencionó Ricardo Mata.
Del mismo modo, María Gutiérrez, mientras esperaba para trasladarse a su trabajo, señaló: “Yo no estoy en negativa de pagar un pasaje a tres bolívares, pero eso debe traer consigo por lo menos el buen trato de los chóferes y colectores, porque cada vez son más agresivos con los ciudadanos y si de la tercera edad, el trato es peor. Es una falta de educación y de humanidad por la que de paso tenemos pegar”.
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De acuerdo con las opiniones anteriores, Benjamín Moreno agregó: “De ahora en adelante nos sale caminar otra vez. A sacar los zapatos deportivos, porque quien va a pagar tres bolívares, con lo que cuesta conseguir efectivo y sin contar que es un problema para poder tomar un bus, porque todos van hasta los tequeteques. Retrocedimos 20 años y si hablamos de las medidas de bioseguridad quedaron en el pasado”.
Finalmente, los ribenses esperan que la situación se normalice conforme pase el tiempo, ya que consideran que la calidad de vida va en picada y los lleva entre sus piernas.
“Esperamos que las autoridades se pronuncien y no sigan asolapando a los camioneteros, quienes hacen lo que les da la gana y ni por gasolina tienen que pagar. Las rutas las hacen como mejor le parece y no obstante siguen trabajando para empresas privadas y uno tiene que aguantarse y esperar”, puntualizó Irene Berroterán.
