Comisiones mixtas del Cicpc, GNB, Policía Nacional Bolivariana y las unidades de contrainteligencia se activaron desde el mismo momento cuando sucedieron los hechos en la población de Mariara, en donde un grupo fuertemente armado asesinó a un sargento segundo de la GN e hirió a otro funcionario en una emboscada.
Durante el ataque que tuvo de escenario el sector Los Tamarindos, detrás del Hospital Simón Bolívar, resultó muerto el SGT2 Yohandry Escobar Díaz, al recibir varios disparos en su humanidad y su compañero, el S/M1 Enzo Corro, herido. Su estado de salud es de pronósticos reservados.
Tras registrarse el ataque al centinela, se difundió la información que los autores materiales del crimen del funcionario son miembros de la banda “Los Guaricheros”, organización delictiva que tiene su centro de operaciones en el barrio La Guaricha, en la localidad de Mariara.
Según las investigaciones policiales, el grupo aparece vinculado en los delitos de secuestro, extorsión, cobro de vacunas, robo y hurto de vehículo, homicidios y además incursionan en el tramo carretero que comunica entre Mariara y Maracay, sometiendo a los usuarios del transporte público.
También tienen su radio de acción en la Autopista Regional del Centro, tramo Carabobo, según se desprende de las pesquisas policiales. Por lo tanto, los cabecillas son buscados entre cielo y tierra.
En aras de ubicar su guarida, las comisiones mixtas vienen practicando una serie de investigaciones y allanamientos en el municipio Diego Ibarra y zonas aledañas.
Mientras que las unidades del Cicpc realizan las averiguaciones propias a sus funciones, y analizan las evidencias colectadas en la escena del crimen, así como también toman declaraciones de testigos referenciales y presenciales, según lo informado a los reporteros.
¿QUÉ HACÍAN ELLOS EN LA ZONA?
Por otro lado, indagando sobre las circunstancias del caso, la gente de Los Tamarindos se preguntan lo siguiente: ¿Qué hacían esos funcionarios en una zona sumamente peligrosa?
Y más cuando hay un operativo especial, las autoridades policiales abordan a Los Tamarindos en horas vespertinas, menos en la noche. Participan muchas comisiones y no dos hombres.
Algunos vecinos afirmaron que los militares andaban en una “jugada rara” y cayeron en la trampa que le montaron “Los Guaricheros”.
Al parecer, ambos militares se trasladaron a ese sitio y se verían con unos sujetos. Los guardias no pensaron que la banda los emboscaría a eso de las 7:00 de la noche cuando se produjo el tiroteo. En horas nocturnas “los gatos son pardos”.
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Cayeron en una trampa cazabobo y producto de la falta de malicia, hoy la institución está de luto, según el comentario de los habitantes en Los Tamarindos.
Por ese motivo, los sabuesos del Cicpc están abocados a las averiguaciones del caso y determinar la verdadera causa del suceso, el cual conmovió a la población.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
