El Gobierno Nacional anunció recientemente que Venezuela formará parte del plan de pruebas para la vacuna desarrollada por Rusia, denominada la vacuna Sputnik V, ante lo cual las reacciones de la población han sido de dudas para unos y de esperanza para otros.
En este sentido, los pobladores de Turmero, municipio Santiago Mariño, han entrado en la discusión por la aplicación de dicha vacuna en voluntarios venezolanos en la fase de prueba; algunos se ofrecieron como voluntario, mientras que otros prefieren esperar que los resultados sean confiables.
De esta manera, Julio Maldonado destacó, «yo serviría de voluntario para la aplicación de la vacuna, es una manera de saber si sirve o no, siempre y cuando destaquen cuales son las posibles reacciones que pueda generar un rechazo en el cuerpo».
Por otro lado, José Sánchez aseveró, «hay que aplicarse, yo si serviría de voluntario para esa vacuna, total de algo hay que morirse si toca no podemos hacer más nada».
Con respecto al tema hay personas que aún son incrédulas de la pandemia, destacando que no tienen personas conocidas que les haya dado el virus y por ende no creen en tal enfermedad.
Tal es el caso de Saturnino Santander, quien resaltó, «en los años 50 aproximadamente en Venezuela colocaban todo tipo de vacunas para hacernos inmunes a las enfermedades, es por eso que nosotros que tenemos esas vacunas no estamos tan desprotegidos; yo particularmente no sería voluntario para esa vacuna, el pueblo está confundido con este virus; los médicos especialistas no se manifiestan en las cadenas presidenciales explicando la situación real».
Por otro lado, Solmaira García aseveró, «no serviría de voluntaria hasta que haya estudios especializados y confirmados que la vacuna es cierta y sirva para combatir el Coronavirus, mientras tanto seguiré protegiéndome con todos los sistemas de bioseguridad y el distanciamiento social».
Entre tanto, científicos de todo el mundo están tras la pista de una fórmula que logre erradicar el virus y combatirlo a través de una vacuna eficaz que logre controlar los casos de esta enfermedad y frene la tasa de mortalidad.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO