Es de venezolanos disfrutar en las mañanas de una deliciosa empanada acompañada de un buen café. Sin embargo, la critica situación por la que hoy atraviesa el país ha vuelto este desayuno criollo un verdadero lujo para las personas.
Tras estos hechos, esta costumbre ha decaído dejando los quioscos y luncherías vacías notándose la ausencia de consumidores.
La pandemia por el Covid-19 también ha sido un fenómeno que ha afectado notablemente el costo de un desayuno; el valor de una empanada, arepa o pastelito ha incrementado a tal punto que actualmente ha reducido los puntos vendedores de estos alimentos.
Flor Jiménez, dueña y trabajadora de un quiosco, vendedor de desayunos, afirmó que las ventas no se mantienen; siempre suben o bajan. “Con la cuarentena no hay mucha venta, y eso que vendemos a buen precio y con gran variedad, las empanadas las ofrecemos en 150 mil bolívares y las arepas en 300 mil con tres rellenos diferentes”.
Asimismo, Marleny Fernández, hija de Flor Jiménez, aseguró que las ventas pueden variar, “Trabajamos en un quiosco familiar donde un desayuno puede costar 380 mil bolívares donde incluimos dos empanadas, un juego natural o malta. Pero también nos afecta mucho la situación, el constante aumento del dólar es un factor que nos esta afligiendo mucho, tanto que de lo poco que nos queda de ganancia es que logramos comprar mercancía”.
En consecuencia a esto, obtener un delicioso desayuno como es de costumbre se ha vuelto casi imposible para cualquier personas, afectando tanto a los compradores como a los vendedores, negando la posibilidad de poder disfrutar de una tradición mañanera como los son las empanadas o una criolla arepa venezolana.
JENNILET DÍAZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
