La Fundación Savia, con sede en Sevilla, ha propuesto a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que por cada niño que nazca en España se plante un árbol.
Esta iniciativa permitirá vincular al menor con su territorio y ayudar a frenar el cambio climático, según explica esta fundación en una misiva enviada a la ministra, en la que recuerda que cada año nacen en España más de 410.000 niños.
De acuerdo a ese cálculo, si por cada niño se planta un árbol, “en diez años se habrían recuperado unas 41.000 hectáreas de superficie verde en Andalucía”, asegura el presidente de la Fundación Savia, Francisco Casero, en un comunicado.
En su carta, la fundación recuerda que la iniciativa necesita de la colaboración de todos los estamentos de la administración pública, ayuntamientos, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y las comunidades autónomas, con la coordinación de la vicepresidencia cuarta.
La propuesta involucra a departamentos de agricultura, ganadería, medio ambiente, educación y ordenación del territorio y así como confederaciones de asociaciones vecinales y otros agentes sociales.
Ese trabajo en común es “fundamental” para lograr la implicación de las familias y planificar las especies de árboles y los lugares donde serán colocados los ejemplares en cada municipio.
Para ponerla en marcha, a cada niño se le entregará la información básica de la ubicación y características del árbol, y “siempre que sea posible” se podrá colocar “in situ” una placa informativa o similar.
Según la carta a la ministra, en una sociedad con niños cada vez más alejados de la naturaleza, es importante poner en marcha políticas y acciones que “aborden de manera transversal” retos para recuperar la conexión con el territorio y frenar el cambio climático.
Más allá de ser simbólica, la iniciativa tiene un “enorme calado” en el territorio y en su gente, según la Fundación, que recuerda que España está sufriendo los rigores del cambio climático con el aumento de la temperatura, la desertificación, menores precipitaciones, pérdida de biodiversidad y de superficie arbolada a causa de los incendios.
Según la entidad, es muy importante lograr la “concienciación colectiva” sobre la importancia de generar más espacios verdes y preservar la biodiversidad para una población cada vez más asociada a los espacios urbanos, alejados de los ciclos naturales.
Recuerdan que sin árboles y biodiversidad “la vida en las ciudades resultaría imposible”.
Para ello, en las próximas semanas tienen previsto mantener reuniones con varios ayuntamientos para concretar y poner en marcha una propuesta que “no requiere una gran inversión económica”, pero que supone múltiples beneficios sociales y ambientales.
