La muerte de José Gregorio Hernández fue el inicio de su inmortalidad

En momentos en que Venezuela todavía celebra la beatificación de José Gregorio Hernández, llega la conmemoración de los 101 años de su muerte, un evento que enlutó a la nación en la época y sentó las bases de su camino a los altares.

José Gregorio Hernández, el médico de los más necesitados

De hecho, muchos de sus devotos destacan que las circunstancias de la muerte de José Gregorio Hernández fueron las que marcaron pauta para su inmortalidad, y sentó las bases para el proceso que recientemente llevó a su beatificación.

Al respecto, la educadora María Victoria Ollarves señaló que “José Gregorio Hernández fue un hombre fiel a sus principios y de admirable vocación e indeclinable ayuda al ser humano, eso trascendió en el tiempo como médico y sanador”.

Resaltó la docente que “es un regalo para los venezolanos y modelo de nobleza y caridad para los desamparados y desasistidos, a él recurrimos con infinita fe y plegarias por la salud y sanación de las enfermedades, recuperación de familiares y amigos, la salud propia, con el regocijo por el agradecimiento a Dios y a nuestro beato y santo, José Gregorio Hernández”.

RECORDANDO UN MILAGRO

En la comunidad de Las Acacias, municipio Girardot, hay personas con interesantes relatos sobre milagros otorgados a José Gregorio Hernández, como evidencia de que el doctor de los pobres ha hecho mucho por la gente, al margen del proceso vaticano que lo lleva a ser beato.

En este sentido, Elba Vivas de Rosa señaló que “en nuestra comunidad hubo un caso muy sonado de hace aproximadamente 20 años o más, donde el doctor José Gregorio puso su mano sanadora a un vecino que estaba muy grave, y se le apareció en un sueño y lo curó totalmente; el niño Cristóbal salió de una enfermedad; esa situación yo la viví, junto a su madre, hoy ese muchacho es un hombre totalmente sano, gracias al milagro de sanación”.

Por su parte, Rachel Navas resaltó: “Nosotros fuimos testigos de la gravedad de Cristóbal, hoy en día vive en el exterior, al parecer él tenía una enfermedad en la cabeza. Para ese entonces el joven era un carricito de apenas 11 años, él dibujó a José Gregorio, tal cual como se le apareció en el sueño; nunca dijo nada porque temía que lo tildaran de loco, en agradecimiento le mandó a hacer una placa y la llevó a Isnotú”.

Testimonios como estos están esparcidos por todo el país en agradecimiento y como muestras de la fe y la devoción que ha gozado el nacido en Isnotú, quien fue declarado beato para la alegría de todos sus devotos.

“VIRGEN SANTÍSIMA”

Como es de recordar José Gregorio Hernández muere en Caracas cuando el reloj de la catedral marcaba las 2:15 minutos de la tarde.

Fue arrollado por un vehículo propiedad de Fernando Bustamante, amigo del doctor Hernández, en la esquina de Amadores, parroquia La Pastora, fue el propio Bustamante quien lo condujo hasta un centro asistencial, pero ingresó sin signos vitales.

Al cumplirse 101 años de aquella trágica tarde, de un domingo 29 de junio de 1919, los feligreses y devotos del doctor evocan anécdotas de aquel día.

Se cuenta, que cuando ocurrió el arrollamiento, se escuchó al médico exclamar: “Virgen Santísima”.

JOSÉ CARPIO G | elsiglo