Francia entró este lunes en la tercera fase del desconfinamiento frente al Covid-19, marcada por el regreso obligatorio a clases en escuelas y colegios y la reapertura de cines, centros vacacionales y casinos.
El nuevo paso hacia el retorno a la vida económica y social comenzó el 11 de mayo, tras 55 días de cuarentena general enmarcada en un escenario epidemiológico favorable, aunque el coronavirus sigue circulando y autoridades de salud investigan 81 clústeres activos (grupos de casos) en el país, refiere Prensa Latina.
La medida más polémica de la etapa es la decisión gubernamental de ordenar la asistencia obligatoria en los niveles de enseñanza primario y secundario, cuando apenas restan dos semanas de curso escolar y en medio de las preocupaciones por el riesgo real de un resurgir de la pandemia.
El gobierno redujo de manera considerable las restricciones en los centros docentes para el regreso a las aulas, lo cual incluye una mayor cercanía entre alumnos y la posibilidad de jugar en los patios de las escuelas.
Alrededor de un 60% de los franceses encuestados la semana pasada por Odoxa-Dentsu Consulting rechazó la decisión, al igual que políticos y autoridades locales, mientras el ejecutivo insiste en la importancia del reinicio de las clases a nivel nacional.
Por su parte, la reapertura de cines, centros vacacionales, casinos y salas de juego no genera muchas discusiones, aunque algunos ven con recelo todo lo que implique la aproximación entre personas.
El retorno al servicio en estas instalaciones va acompañado por el reclamo de los dueños de discotecas y clubes nocturnos, que siguen cerrados, bajo el argumento de que algunas de ellas representan tanto o más peligro de cara a la Covid-19.
En su discurso ante la nación del 14 de junio, el presidente Emmanuel Macron adelantó que el 11 de julio comenzaría otra etapa del desconfinamiento, con la vuelta de los espectáculos y los eventos deportivos en estadios, con un límite de cinco mil personas.
