Matanza de 18 presos evidencia infiltración del crimen en cárceles hondureñas

La muerte de 18 presos en un tiroteo evidencia que en las cárceles de Honduras están al descubierto el tráfico de armas y la infiltración del crimen en los presidios, considerados una “bomba de tiempo”, por el hacinamiento y otras condiciones precarias en la que viven los reclusos.


El hecho violento se produjo entre las 16.00 y 17.00 hora local (22.00 y 23.00 GMT) del viernes en la cárcel de Tela, departamento caribeño de Atlántida, donde se dio un tiroteo entre reclusos que se saldó con 18 muertos y 16 heridos.

Las autoridades han decomisado en las últimas horas cinco armas de fuego, calibre 9 milímetros, las que supuestamente fueron utilizadas por los presos en el penal.

La matanza se registra dos días después de que una junta interventora de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina) tomara el control del sistema penitenciario por orden el poder Ejecutivo para garantizar el correcto funcionamiento de los presidios.

REYERTA DEBE LLAMAR  LA ATENCIÓN DE AUTORIDADES
Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, lamentó la matanza en el penal y se preguntó “cómo introdujeron armas y tantas municiones” a la cárcel.

“Para dispararle a 18 personas que mataron y a 16 que quedaron heridos, es decir a 34 personas, se usaron instrumentos de lesión: arma de fuego”, enfatizó Ayestas.

Señaló que este hecho debe “llamar poderosamente la atención” de las autoridades pues el decreto ejecutivo ordena que la junta debe tomar el control total del sistema penitenciario a partir de su publicación en el diario oficial La Gaceta, pero lo están haciendo de manera paulatina.

“Es realmente una catástrofe para las familias que creen que en las cárceles va a estar seguros o con vida sus familiares”, subrayó Ayestas.

INFILTRACIÓN DEL CRIMEN
Diversos organismos de derechos humanos han denunciado en reiteradas ocasiones la grave situación de los centros penitenciarios del país, aquejados de problemas de infraestructura, superpoblación y un número de presos en detención preventiva que supera al de los condenados.

Los responsables de los hechos violentos en las cárceles son “las Fuerzas Armadas, la Policía, gente de alta cúpula que se vinculó con el crimen organizado y las drogas”, dijo Carlos del Cid, del Observatorio Ecuménico Internacional de Derechos Humanos.

“No se puede creer que la Policía y las Fuerzas va a controlar (las cárceles) porque ya han estado en el control de los anillos de seguridad (de los presidios) y siempre ha estado ingresando armas, drogas, celulares y otros tipos de artefactos que están alimentando la corrupción, violencia e impunidad en los centros carcelarios”, enfatizó del Cid.

EFE