La premura y la falta de tiempo obliga a algunas personas a comer fuera del hogar, generándole un gasto mayor en el presupuesto familiar; sin embargo hay comerciantes que se especializan en la venta de comida que no ven tan próspero el negocio como años anteriores.
Eglys Melecio desayuna casi todos los días en la calle, porque sale muy temprano de casa y argumentó, “casi siempre estoy comiendo en la calle, esto me representa un gasto de 30 mil bolívares diarios, sólo para el desayuno”.
Entre tanto, Leonardo Valdez enfatizó, “yo camino un poco más y trato de buscar la economía en cuanto a los pastelitos, empanadas, donde lo vea más económico allí me lanzo “mi bala fría”, para eso tengo que disponer de unos 18 a 20 mil diario”.
En este sentido, los vendedores no han dejado decaer los negocios debido a que algunos se las ingenian para no bajar las santamarías y mantener en productividad locales que muchas veces son de tradición familiar.
De esta misma manera, Adriana Fernández detalló, “la venta de los desayunos han mermado considerablemente, hay negocios que se dedicaban a la venta de empanadas y arepas que ya han cerrado por aquí en los alrededores, debido a que no se han podido mantener”.
Por otro lado, señaló Fernández, “nosotros nos hemos mantenido porque también hacemos trueques, las personas nos traen algún producto y lo cambiamos por una arepa o empanada con jugo; lo que nunca se deja de vender es el cafecito”.
Asimismo en algunos negocios se pueden observar combos para hacer más atractiva la venta de las empanadas, generando un incentivo en el gusto de los comensales.
El sueldo mínimo diario quedó estipulado en 75 mil quincenal, sacando la cuenta de una persona que a diario desayuna en la calle debe gastar en la semana 180 mil bolívares, si el consumo le cuesta 30 mil diarios, es decir, que se gasta mucho más que lo que genera el sueldo mínimo mensual que son de 150 mil bolívares.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
fotos | RUTH GUERRERO (pasante)
