Si se te quedó el paraguas, no te salvarás del Cordonazo de San Francisco

Cuenta la leyenda que en una ocasión el diablo quería lastimar a San Francisco de Asís, quien se defendió revoleando por el aire el cordón que él portaba atado en la cintura.

La fuerza que hacía el movimiento de su cuerda generó una tormenta en el cielo, la cual venía con rayos y truenos de tal magnitud que hicieron huir espantado al propio mandinga.

¿Qué tiene que ver con el «Cordonazo»?

Debido a esta historia, las tempestades que suelen desatarse puntual y abruptamente por restos días. En el norte, el fenómeno suele mostrarse con lloviznas y una pronunciada baja de la temperatura.

Ese día, a veces días antes y a veces días después, en varias zonas se deja ver un fenómeno muy particular, un “fogonazo” con truenos impresionantes y una lluvia incesante. Suele suceder en Venezuela, Panamá, Colombia, zonas de Brasil y parte de África.

Hay otras versiones de esta leyenda

También se dice que San Francisco castiga con cordonazos a los habitantes que se portan mal. Otros, aseguran que el Santo desea jugar con las nubes y, para no mojarse él, les pega con el cordón para así quitarles toda el agua que éstas acumulan.