Lo mataron por servir de escolta a un amigo a Magdaleno

De acuerdo a la versión ofrecida por las fuentes consultadas, los dos funcionarios de la Policía Municipal de San Diego del estado Carabobo que sufrieron una “emboscada mortal” en la tarde del miércoles, se trasladaron en un vehículo particular hasta la población de Magdaleno del municipio Zamora, escoltando a un ciudadano que compraría un automóvil en moneda extranjera.

La camioneta fue impactada por unos 30 disparos

Por tal motivo, el oficial Rafael Gil Rodríguez se montó en el asiento del copiloto, mientras que su compañero, Jhon Jairo Arias Villas, conducía una camioneta Toyota, modelo Merú de color gris, placas AA572NA, y la persona se colocó en la parte posterior del vehículo. Darwin Castillo Méndez llevaba entre los testículos la bicoca de 13 mil 600 dólares en billetes de diferentes montos, y además los funcionarios portaban dos pistolas, dispuestos a hacerle frente a cualquier situación irregular.

Oficial Rafael Gil Rodríguez, murió al servir de escolta a un ciudadano

La compra se concretaría en un sector de Magdaleno, y por ese motivo se trasladaron en horas del mediodía del jueves a la población artesanal del municipio Zamora. Al llegar al sitio fijado entre las partes, el comprador se comunicó con el supuesto vendedor de un carro de último modelo, reclamándole que le había quedado mal al no estar presente en el lugar y en ese instante el sujeto le respondió que se le había presentado un problema de última hora y por eso no había acudido al encuentro de negocios.

“No hay problema hermano, la venta sigue en pie, sólo que tienes que venir al sector 23 de Enero y allí, luego de que observe el carro, haremos la negociación”, habría expresado el individuo.

En efecto, los funcionarios se dirigieron a la citada comunidad, en donde lo esperaba un comando armado y una vez en el lugar, los antisociales dispararon a la camioneta en múltiples oportunidades. Al menos 30 disparos hicieron blanco en diversas partes de la Merú.
Al verse sorprendidos, los agentes se vieron obligados a responder a la acción bélica, pero el grupo de hampones era numeroso. Uno los tiros hizo blanco en la cabeza de Gil, e inmediatamente el conductor salió de la zona de la emboscada.

Cuando iba pasando por el centro comercial, los municipales se encontraron con una alcabala de la Policía Nacional Bolivariana, y el tripulante de la unidad, descendió rápidamente de la camioneta narrándoles la historia vivida en el sector 23 de Enero. Poco después se percatan que Gil ya estaba muerto y los funcionarios de la PNB procedieron a requisar al civil, encontrándose con el dinero en moneda extranjera.

Ante la magnitud del problema, todos los organismos de seguridad del Estado venezolano hicieron acto de presencia e igualmente la División de Homicidios del estado Aragua, bajo el mando del comisario Edgar Hernández, iniciando las averiguaciones de rigor.

Posteriormente se desplegó un intenso operativo en la parroquia con la presencia de las Fuerzas de Acciones Especiales, Policía Municipal de Zamora, San Diego, Policía de Aragua y el Cicpc. Aunque no hubo información oficial del caso, ya los investigadores manejan algunas pistas de quienes ejecutaron el ataque mortero.

El cadáver de Rafael Gil fue trasladado a la Morgue de Caña de Azúcar e inmediatamente le practicaron la autopsia de ley. Se informó que el otro funcionario permanecía bajo vigilancia médica en un centro asistencial de la ciudad de Maracay.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo