Dinamarca minimiza cancelación de Trump

El Gobierno danés restó este miércoles importancia a la suspensión de la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, tras la negativa a abordar la posible venta de Groenlandia, y apostó por estrechar la cooperación entre ambos países en el Ártico.

Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca

Horas después de que Trump anunciara en la red social Twitter que cancelaba la visita oficial a Dinamarca, prevista para el 2 y el 3 de septiembre, aludiendo directamente la cuestión de Groenlandia, la primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, ofreció una respuesta pragmática y rehuyó la polémica.

“Por supuesto que me apena y me sorprende que el presidente de Estados Unidos haya cancelado su visita”, dijo en rueda de prensa Frederiksen, quien resaltó que es una decisión de Trump, a la vez que reiteró que la invitación se mantiene.

La suspensión no cambia la relación con Washington, resaltó Frederiksen, quien recordó que Estados Unidos es uno de los países con los que Dinamarca mantiene un vínculo “más estrecho” y es su “aliado más importante en política de seguridad”.

“Ante todo quiero decir que, en mi opinión, no hay ninguna crisis entre Dinamarca y Estados Unidos”, afirmó la primera ministra, que apostó por estrechar la cooperación en el Ártico, aunque reiteró su respaldo a la postura groenlandesa de rechazar cualquier discusión sobre una venta de este territorio autónomo danés.

La Casa Real danesa se limitó a mostrar su “sorpresa” por la cancelación de la visita, un gesto que la mayoría de la clase política de este país nórdico ha interpretado de forma muy distinta, empezando por los predecesores en el cargo de Frederiksen.

Así, la también socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt (2011-2015) habló de “broma” y de un acto “profundamente ofensivo”, mientras el liberal Anders Fogh Rasmussen (2001-2009) tildó la discusión de “inútil” y de “revés” para las relaciones diplomáticas.

El actual líder de la oposición y ex primer ministro Lars Løkke Rasmussen (2009-2011 y 2015-2019), consideró una “vergüenza” lo ocurrido y resaltó la necesidad de “reconstruir” las relaciones.

Otros líderes políticos de Dinamarca hablaron de gesto “irrespetuoso”, “insulto”, “farsa” e incluso de una “crisis diplomática”.

“Señor presidente, ha decidido aplazar su visita a Dinamarca, ¿por qué no cancelarla? Estamos ocupados con otras cosas”, afirmó Søren Espersen, vicepresidente del Partido Popular Danés -tercera fuerza parlamentaria- y que hace días había tildado de “loco” a Trump.

La Comisión Europea (CE) respaldó, por medio de una portavoz, la posición de Copenhague y del Gobierno groenlandés.

EFE