El Día de Las Madres se vivió sin mayor movimiento

A pesar de que ayer se celebró el Día de Las Madres y que con él debió entrar en juego el nerviosismo de las compras de última hora, en la ciudad de La Victoria, municipio Ribas se vivió un ambiente tranquilo, sin mucha diferencia con respecto a otros domingos.

Los centros comerciales sin movimiento

Y es que para nadie es un secreto que los venezolanos por naturaleza dejan todo para última hora, por ende los comerciantes de esta parte del Eje Este que abrieron sus santamarías, esperaron hasta poco después de las 12:00 del mediodía, para ver si subía el volumen de clientela.

Sin embargo, no se registró mayor cambio, pues al contrario de aumentar las ventas, las mismas decayeron por factores como la falta de compradores, poco poder adquisitivo y cambios en las prioridades de vida, esto en lo que refiere a las ventas de zapatos, ropa y presentes.

“No tuvimos una buena semana de las madres. Tratamos de colocar ofertas que atrajeran a los clientes y se quedaron medio frías, porque pocos fueron los que compraron. Entendemos que ahora todo está destinado adquirir alimentos, no obstante nosotros lo que vivimos de nuestro negocio no perdemos la esperanza de tener alguna ganancia. Este año nos compraron pero nada en comparación con años anteriores”, manifestó María Camacho dueña de una tienda de ropa.

Poca gente en las calles el día de ayer

Ahora bien, el panorama cambio un poco para los propietarios y encargados de los locales expendedores de alimentos, pues allí se congregaron desde bien temprano una buena cantidad de usuarios, quienes iban en busca de los ingredientes para la preparación de diferentes platillos, los cuales disfrutarían en unión familiar a propósito de la fecha.

“Hoy hemos tenido una buena cantidad de cliente. Se sabe que los domingos son los días de compra, pero este específicamente el volumen ha sido mayor. Los ribenses nos caracterizamos por querer siempre compartir lo poquito que tenemos con nuestras familias y hoy los sacrificios estuvieron a flor de piel, ya que se llevaron mayor cantidad de mercancía, sobre todo vegetales de sopa, porque es lo que más rinde”, expresó Carlos Jiménez mercader de una frutería.

Por otro lado, los centros comerciales de la localidad también percibieron gran volumen de personas, mismas que no sólo se dirigían a los mercados, sino a las ferias de comida y salas de cine, lugares tomados por los padres e hijos, para llevar a las consentidas del hogar.

Para finalizar, los que decidieron salir de compras o a visitar a sus afectos padecieron un poco a la hora de trasladarse, pues los medios de transporte público, trabajaron sólo un 20%, ocasionando que las personas caminaran o simplemente se posaran en las paradas por poco más de 30 minutos en la espera de una unidad.

 

 

DANIEL MELLADO | elsiglo – La Victoria