La gente sufrió para comprar pollo y carne

Todo un caos se generó durante el día de ayer con las ventas en carnicerías de la ciudad, especialmente en los locales que no disponen de planta eléctrica para conservar el pollo y la carne, productos que ameritan adecuada refrigeración.

Sobre el tema, Gabriela Africano dijo que “las ventas estuvieron muy bajas, el problema con el pollo es que se daña rápido si no está refrigerado, por eso en nuestro caso nos vimos en la obligación de bajarlo de precio para que muchos compradores tuvieran más posibilidad de adquirirlo”.

Solo algunos mercados abrieron

Africano agregó que todo “fue sumamente complicado ya que no había buena señal en los puntos de ventas y el dinero en efectivo está nuevamente escaso, lo que dificulta todo para el vendedor y el comprador”.

Por su parte, Freddy Meléndez, quien trabaja en una distribuidora de carne en Caña de Azúcar, expresó que “por ahora vamos a trabajar con lo que nos queda ya que hacer pedidos grandes, sin saber qué va a pasar con la luz, no es rentable”.

“Los compradores tienen para cancelar el producto, pero la manera más cómoda de pagar para ellos es por punto de venta y la señal está intermitente o nula lo que hace que las colas sean pesadas y largas, en muchas ocasiones dejamos de vender por más de media hora esperando que la señal se restablezca”, añadió Meléndez.

Igualmente, Marilucy Jardín, propietaria de una venta de pollos del Mercado Periférico, comentó: “En este local, porque disponemos de planta eléctrica y la mercancía se mantiene en buen estado, pero las ventas han bajado durante los días del apagón”.

“La verdad que los que sufren son los usuarios, quienes hacen maromas para comprar y nosotros para venderles, todavía no hay línea de celular, por lo que no nos pueden hacer transferencias, y cuando hay señal es caótica”, agregó Jardín.

Cabe destacar que las largas colas en los mercados aun se mantienen y los compradores están adquiriendo lo que se van a comer a diario.

NEHOMAR J. AZÓCAR S. | el siglo
fotos | JOSÉ RAMÓN GONZÁLEZ