Tensa calma en frontera de Venezuela con Colombia y Brasil

Calles desoladas, militares bloqueando vías estratégicas, grupos armados irregulares sembrando el temor: una tensa calma se vivía en poblaciones venezolanas fronterizas con Colombia y Brasil, tras un día de fuertes disturbios por el bloqueo a la ayuda humanitaria.

Un cordón de militares venezolanos mantenía bloqueada la entrada de un puente fronterizo que comunica Ureña (Venezuela) con Cúcuta (Colombia), constató un equipo de la AFP.

Hace poco, la vía de acceso al puente internacional Francisco de Paula Santander fue escenario de violencia, después de que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la policía dispersaran con gases lacrimógenos y perdigones de goma una marcha que exigía el paso de la asistencia.

Las calles aledañas amanecieron llenas de escombros, vidrios rotos, basura y cartuchos de perdigones y bombas lacrimógenas.

A primera hora, cerca del puente, la carcasa de un bus quemado por manifestantes seguía atravesada en la vía, frente a la vista de un puñado de curiosos que observaba en su camino hacia el paso.

También hubo cruentos disturbios en la vecina población de San Antonio, donde está el principal paso peatonal binacional: el puente Simón Bolívar. Civiles armados atacaron allí a manifestantes.