El acoso y extorsión persisten aún en las Redes Sociales

Este viernes se celebra el Día Internacional de la Seguridad de la Información. Aunque se han conseguido avances, la realidad es que la ciberseguridad sigue siendo una asignatura pendiente. La transformación digital de la sociedad es un hecho y, por esta razon, la compañía S2 Grupo advierte que han aumentado los riesgos a los que se exponen tanto las personas como las empresas en relación a toda la información que comparten en dispositivos conectados a internet.

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Por lo que se refiere al ámbito personal, la empresa especializada en ciberseguridad ha realizado una encuesta a través de su blog Hijosdigitales.es de la que se extrae que el 34,7% de los usuarios reconoce haber sufrido algún tipo de acoso a través de redes sociales. Al mismo tiempo, el 21,4% afirma conocer a algún adulto que ha vivido extorsión u otro tipo de asedio en entornos digitales.

«La formación y la concienciación en ciberseguridad es una necesidad acuciante. Cuando pensamos en esto, es frecuente, orientarnos a proteger a los niños. Obviamente, esto es necesario, pero también es muy importante saber que cada vez son más los adultos que sufren problemas de todo tipo por un uso confiado de los entornos digitales y es fundamental que conozcan cómo utilizar la tecnología de una forma adecuada, los riesgos a los que se enfrentan con su uso y cómo salvaguardar su información para que no sea utilizada en su perjuicio», ha declarado José Rosell, socio-director de S2 Grupo.

Por lo que se refiere, a las acciones que realizan las familias para ciberprotegerse, del estudio se extrae que más de la mitad desconoce qué medidas puede utilizar y sólo el 27,8% cambia las contraseñas que vienen por defecto en los dispositivos como pueden ser los routers, smart TV, relojes inteligentes, tablets, etc.

La encuesta también desvela que el 24,2% de las familias consideran que es imposible que sean objetivo de los ciberdelincuentes porque no son «importantes» y opinan que es muy difícil que un desconocido «se fije» en ellas. «Esto es un gran problema. Como no ven ciberriesgo, no ven necesario tomar ciberprecauciones y esto es como si dejas las llaves del coche puestas pensando en que nadie se lo llevará», ha afirmado Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.

«Además, esta despreocupación por la ciberseguridad se transfiere desde al ámbito personal al profesional y es más que probable que estas personas puedan desarrollar acciones, de forma inconsciente, que supongan vulnerabilidades y puertas de entrada para los ciberdelincuentes en las entidades en las que trabajen. Un ejemplo sencillo puede ser abrir emails de remitente desconocido o utilizar un USB de los que se desconozca su propietario», explica Miguel A. Juan.

ABC