El director italiano Carlo Vanzina murió a los 67 años de edad, después de ser reconocido como uno de los padres del “cinepanettone”, el cine popular de comedias ligeras, ignoradas por la crítica pero adoradas por el público.
El “cinepanettone” se ganó esta dominación porque sus estrenos en la gran pantalla se hacían durante las fiestas de Navidad, cuando se sirve el tradicional “panettone” en las mesas italianas.
Carlo Vanzina, hijo de otro gran cineasta de comedias, Steno Vanzina, comenzó su carrera tras las cámaras en 1976 con “Luna de miel de a tres”. Pero fue a partir de 1983 con la cinta “Vacaciones de Navidad” que se lanza de lleno a un nuevo género, la realización de comedias descabelladas, a menudo inspiradas por el mundo televisivo, con actores emblemáticos como Massimo Boldi o Christian de Sica.
En 40 años de carrera, hizo casi 60 películas, algunas no tan ligeras y verdaderas sátiras de la sociedad italiana como “Il pranzo della domenica” en 2003 o “In questo mondo di ladri” en 2004.
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