En la calle Trujillo del barrio Guaruto, municipio Francisco Linares Alcántara, estado Aragua, hay un importante bote de aguas negras que recorre gran parte de esta arteria vial, que empezó a afectar tanto la salud de los residentes y generado conflictos vecinales.
En este contexto, Carmen de Campos, quien reside en casa número 17, explicó que esta situación está presente desde hace dos años aproximadamente, y que han ido a todas las instituciones gubernamentales en busca de soluciones, pero no les han dado respuesta.
“Hemos ido a varios departamentos de la Alcaldía para resolver el problema, y nos dicen “si vamos”, pero no vienen nada”, relató.
La señora Campos acotó que el camión Hidrojet llegó hasta la comunidad para destapar la cañería en la calle Trujillo. Además, también llegó una cuadrilla de obreros para evaluar la situación con las cloacas, pero los vecinos aún no ven ningún tipo de movimiento para efectuar este trabajo.
“El desagüe no termina de bajar, sino que queda a nivel y más nada. Hacemos todo lo posible de no botar el agua de la lavadora, fregadero y los baños”, mencionó.
Además, la afectada agregó que hay vecinos que están molestos por tener que lidiar con los fuertes hedores de las aguas contaminadas que recorren toda la calle, sin comprender que espera que esta problemática sea solucionada.
“Se han recogido firmas, se han llevado cartas para poder resolver este caso y todavía estamos esperando, no nos han dicho nada”, concretó.
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Las aguas negras en las calles se volvieron un problema perjudicial
Por su parte, Berta de Acevedo, quien es vecina de la señora Campos, explicó que hay un colector caído frente a su vivienda, que afectó el desagüe de ambas casas.
La perjudicada relató que para no tener estos residuos líquidos dentro de la casa, se vio obligada a romper el cachimbo de la vivienda y hacer que esta agua corriera y así aliviar el problema.
Sin embargo, a la señora Acevedo y otros de sus familiares, han recibido quejas de otros vecinos que deben aguantar los olores putrefactos frente de sus casas. “He tenido demasiados problemas hasta con los vecinos por culpa de esto, porque piensan que soy yo la del hueco nada más, pero todos somos afectados”, resaltó.
Además, agregó que ya el desbordamiento de las cloacas está empezando a enfermar a las personas, ya que se han reportado casos de dengue y gripe producto de esta situación.
“Yo vivo arriba y el olor es horrible. Aquí hay niños y todos estamos perjudicados”, sentenció.
LINO HIDALGO | elsiglo
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