EEUU a punto de quedarse sin presupuesto

El plan del liderazgo republicano en la Cámara Baja de EEUU para evitar un cierre de Gobierno fracasó este viernes al no obtener los votos necesarios para su aprobación como proyecto de ley, lo que pone al país al borde de una situación que podría tener desastrosas consecuencias económicas.

El republicano Kevin McCarthy ahora busca otras opciones

La iniciativa no fue aprobada por la oposición del ala dura del Partido Republicano, afín al expresidente Donald Trump (2017-2021), y que ya había expresado su oposición a cualquier medida temporal para financiar a la Administración pública más allá de las 00:00 horas del domingo 1° de octubre, cuando se agotan los fondos disponibles.

El resultado de la votación fue de 198 votos a favor y 232 en contra, con la negativa a la aprobación tanto por parte de los republicanos leales a Trump como de los legisladores demócratas.

Los demócratas se oponían al proyecto porque incluye recortes a la financiación de las agencias federales, aunque al mismo tiempo incrementa los fondos para la seguridad en la frontera con México y limita el uso de la app «CBP One», creada por el presidente estadounidense, Joe Biden, para agilizar los casos de asilo.

EVITAR UN CIERRE

De hecho, Biden había amenazado con vetar esta iniciativa debido a la inclusión de fondos destinados a obstaculizar sus políticas.

La medida había sido impulsada por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, con el propósito de evitar un cierre del Gobierno, y al mismo tiempo, complacer a los sectores más radicales del partido al incluir disposiciones relacionadas con la seguridad fronteriza.

Sin embargo, esas medidas no fueron suficientes para el ala afín a Trump, agrupada bajo el llamado «Freedom Caucus» (El Caucus de la Libertad).

El objetivo de esa facción republicana es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio McCarthy y Biden, por el cual el Congreso suspendió el límite de endeudamiento de Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.

A esos republicanos no les gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.

Quedan menos de 48 horas para que la Administración pública se quede sin fondos, lo que llevaría al cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que cientos de miles de empleados federales se quedarían temporalmente sin trabajo y sin sueldo.

LAS CLAVES DEL CIERRE DE GOBIERNO

La cuenta atrás se acelera. Estados Unidos se acerca cada vez más a un cierre de Gobierno que podría tener graves consecuencias económicas y que parece inevitable debido al bloqueo de los republicanos afines al expresidente Donald Trump (2017-2021).

El líder demócrata Hakeem Jeffries participa en rueda de prensa

A las 00:00 horas del domingo 1° de octubre, la Administración pública se quedará sin fondos, lo que llevaría al cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que 1,3 millones de militares y cientos de miles de funcionarios dejarían de percibir su salario.

Además, según Goldman Sachs, el cierre podría afectar a la economía estadounidense, reduciendo el Producto Interno Bruto (PIB) entre 0,15 y 0,2 puntos porcentuales por cada semana que dure.

Pese a las graves consecuencias, parece imposible llegar a un acuerdo. Estas son las claves que explican por qué:

LA REBELIÓN DEL ALA AFÍN A TRUMP

El principal obstáculo son los republicanos afines a Trump, que se agrupan bajo el llamado «Freedom Caucus» (El Caucus de la Libertad) y que están echando un pulso al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, a quien consideran demasiado moderado.

Un manifestante muestra una pancarta de «payasos» en referencia al partido Republicano

Muchos miembros del «Freedom Caucus» se opusieron a nombrar a McCarthy como líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja en enero e, incluso, establecieron condiciones para su nombramiento, incluido un cambio de las reglas para que cualquier republicano pueda convocar una votación para destituirlo.

REDUCIR GASTOS

Además, para ser elegido líder de la mayoría republicana, McCarthy se comprometió a reducir el gasto de la Administración.

Sin embargo, en junio, cuando EEUU estaba al borde de un incumplimiento de su deuda soberana, McCarthy llegó a un acuerdo con Biden mediante el cual el Congreso permitió que el Ejecutivo siguiera tomando dinero prestado para sus deudas, pero a cambio de límites específicos en el gasto gubernamental.

Marjorie Taylor Greene, aliada de Trump

Los legisladores afines a Trump se sintieron traicionados por ese acuerdo y ahora están pidiendo más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.

El «Freedom Caucus» puede ejercer ese tipo de presión sobre McCarthy porque los republicanos tienen una mayoría muy estrecha en la Cámara y el liderazgo necesita el apoyo de todos ellos para aprobar cualquier medida.

MCCARTHY BUSCA OTRAS OPCIONES

Como resultado, McCarthy se encuentra en una posición comprometida. En los últimos meses, ha hecho concesiones a ese ala dura del partido, abriendo por ejemplo un juicio político a Biden a pesar de sus reticencias iniciales. Pero nada parece suficiente para contentar a este grupo.

Periodistas entrevistan a Eli Cran, uno de los votos negativos

Este viernes, McCarthy intentó sin éxito aprobar un proyecto de ley que habría financiado a la Administración por un mes adicional, hasta el 31 de octubre, pero que contenía límites a programas de asilo y recortes a todas las partidas, excepto a la de seguridad fronteriza.

En contra de ese proyecto votaron los demócratas que se oponen a esas provisiones sobre la frontera y los republicanos del ala dura, que rechazan cualquier medida para mantener operativa la Administración y siguen las instrucciones de Trump, quien esta semana los instó a resistir y provocar el cierre del Gobierno.

McCarthy, sin embargo, no se rinde y está buscando otras alternativas para financiar el Ejecutivo. «Esto no se ha acabado aún. Tengo otras ideas», afirmó este viernes.

EL SENADO A PASO DE TORTUGA

Mientras McCarthy intenta unir a las distintas facciones de su partido, la mayoría de los senadores republicanos coinciden en la necesidad de mantener operativa la Administración y han alcanzado un acuerdo con la mayoría demócrata en esa cámara para extender los fondos durante seis semanas, hasta el 17 de noviembre.

El proyecto de ley del Senado ya ha superado un voto de procedimiento, pero su contenido no podrá someterse a votación al menos hasta el domingo, cuando la Administración ya estaría cerrada.

El proceso no ha podido agilizarse por el bloqueo del senador republicano Rand Paul, quien se opone al proyecto porque incluye ayuda adicional para Ucrania.

LA CASA BLANCA: «UN TRATO ES UN TRATO»

Con la situación en punto muerto, la Casa Blanca ha echado la culpa de cualquier cierre de Gobierno a los «extremistas» afines a Trump y ha exhortado a McCarthy a poner orden en sus filas para que todos los republicanos acepten el acuerdo al que él llegó en junio con Biden.

«Nosotros hicimos un trato y un trato es un trato», reafirmó este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa.

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Según Jean-Pierre, Biden ha rechazado por ahora reunirse con McCarthy, con quien no ha tenido contacto desde hace semanas.

Sin embargo, el presidente permanecerá en Washington este fin de semana en lugar de dirigirse a su residencia en Delaware, con la intención de seguir de cerca la situación.

EFE

MV