Esta mujer de 47 años de Luisiana, Estados Unidos, tardó 24 años en que el peinado tenga su fisonomía actual. La decisión no fue ganar el Guinness como el afro más grande del mundo: “No decidí dejarme crecer un afro tanto como decidí volverme natural”, aseguró.
El peinado afro de Aevin Dugas llama la atención, y no es para menos: tiene 25 centímetros de alto y 1,65 metros de circunferencia, suficiente para ser ratificada con el récord Guinness (lo había conseguido en 2010).
Su intención no era convertirse en el afro más grande del mundo
“Estaba cansada de usar productos químicos peligrosos para alisar mi cabello de forma permanente. Esos productos ahora se han relacionado con el cáncer y hay una demanda importante en curso, así que me alegro de haberlos dejado en paz hace años”, agregó.
Ella comenzó a hacerse tratamientos con aceites calientes o mantecas que prepara antes de lavarse y peinarse, al menos cada siete días. “Tengo cuidado con las puntas porque son las partes más delicadas y antiguas”.
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Ella usa diversos estilos, y el afro es el que menos aplica porque “puede ser demasiado. “La gente tiene diferentes reacciones a mi afro”, aseguró. “Algunos simplemente gritan cosas con admiración, algunos miran fijamente, algunos caminan y hacen preguntas, luego otros simplemente caminan y dan un pequeño tirón”.
Entre las desventajas de semejante peinado, está el calor y que elimina toda visión periférica: “No se puede ver nada”.
