Venta de pescado salado está “guindando”

Para los habitantes del municipio Ribas, como para muchos venezolanos, la Semana Santa se caracteriza por ser sinónimo de paz, reconciliación y un encuentro con Dios; pero además es la época donde se pone en práctica la cultura de abstenerse de comer carne, por lo que normalmente las familias adquieren otro tipo de alimentos como el pescado salado, sin embargo este se encuentra en muy pocos comercios.

Ante este cuadro, hicimos un recorrido por el centro de la capital de la entidad, para conocer de primera mano como los comercios se bandean con las ventas de este ingrediente de los platillos de la Semana Santa, cuando se acercan las fechas propias; allí los comerciantes indicaron que hasta el momento no han recibido los pedidos del popular pescado seco. El chigüire este año “brilló por su ausencia”.

Pescado salado bajo en ventas

Carlos Rincón, vendedor de una pescadería, manifestó que hasta ahora el pescado salado no ha tenido mayor salida. “Hace como una semana que nos llegó el primer lote de pescado rayado, que es uno de los que más buscan y hasta el momento pocos han sido los que lo han adquirido, eso nos mantiene pendiente, ya que realizamos una inversión considerable”.

Del mismo modo, José Zambrano, comerciante ubicado en la calle Rivas Dávila agregó: “No hemos recibido casi pedidos; tenemos el pescado salado, pero los consumidores sólo se acercan preguntan el precio, el mismo está entre $5 y $6; y se van. Presumo que es a consecuencia del bajo poder adquisitivo. Esperemos que cuando se acerquen los días santos o el último de mes, este panorama cambie”.

Por su parte, León Martínez dijo: “Ahorita las personas están buscando es su economía, por lo que compran otro tipo de pescados como: El cataco, corroncho, lamparosa y bonito que se encuentra en 50.00 bolívares el kilogramo; la lisa y el coro-coro en Bs 60.00, el roncador, Tajalí, jurel en 65.00 bolívares y atún de primera en 150 bolívares”.

CONSUMIDORES OPINAN

Esta situación alcista hace que los compradores como la señora Mireya Liendo expresen: “Ahora no se sabe que comeremos en esta Semana Mayor, porque todo está demasiado caro, tocará comer carne barata y pedir perdón a Dios por pecar, pero no queda de otra. Es que hasta los actos religiosos se están perdiendo”.

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La señora Tamara Varela señaló que con los altos costos del pescado, en su familia tendrán que ingeniárselas para esta Semana Santa. “Los precios están altísimos, vamos a tener que salir a pescar para poder seguir con la tradición, además de tratar de no faltar el respeto a nuestras costumbres, pero en vista de la situación tendremos que inventarnos algo, porque con sólo llevar cuatros pedazos de pescado se van como tres sueldos mínimos de mi familia”, apuntó.

DANIEL MELLADO | elsiglo