El Niño Dios sigue naciendo en los hogares de Aragua

“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”, estas fueron las palabras del ángel Gabriel a los pastores para anunciar el nacimiento del hijo de Dios en un pesebre de Belén, expresión citada en las santas escrituras en Lucas 2:14 que marca el comienzo de una tradición en la que toda la humanidad desea iniciar esa ruta al encuentro del Salvador del mundo en una celebración que hoy conocemos como navidad.

Pesebre de San Ignacio inaugurado este 16 de diciembre


Hoy 2022, años después, muchas familias en el estado Aragua reflejan en un nacimiento o pesebre ese momento que aunque no presenciaron, desean utilizar todos los recursos necesarios para que nadie olvide que el hijo de Dios vino al mundo para llevarse en una cruz todos los pecados de la Tierra, una acción que se puede describir en una sola palabra, “amor”.


Se le atribuye a San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, la realización del primer pesebre navideño, esto con la intención de hacer una representación simbólica del nacimiento de Jesús, iniciativa que trascendió en la historia y cruzó fronteras, llegando a Venezuela y quedándose sembrada en los corazones de todos los creyentes.


UN LLAMADO DE DIOS


Hace 44 años, Toribia Mayora, residente del sector San Ignacio de Maracay, se encontraba admirando el arbolito que había adornado con sus propias manos y en el momento menos esperado, recibió una revelación.

Toribia Mayora


“Escuché la voz de Dios que me decía ‘eso que estás mirando ahí no es lo que yo quiero que hagas, ve y haz un pesebre’, pero yo no sabía qué era eso, pero cuando me soltó supe que tenía que hacerlo, le pregunté a mis hijos que estaban pequeños que si habían escuchado pero nadie oyó, entonces puse manos a la obra”.


La señora Toribia corrió a buscar entre los juguetes de sus hijos y con una muñeca Barbie y su bebé armó el primer pesebre debajo de su arbolito, pero al llegar su esposo y ver aquella escena, la reprendió pensando que se trataba de una burla, luego de que su esposa le explicara lo sucedido, este matrimonio comenzó una tradición a la que se unieron luego sus cinco hijos y siete nietos.

El pesebre de San Ignacio es uno de los más reconocidos de la Ciudad Jardín y posiblemente el más grande y con elementos más realistas como el agua que brota de la cascada y la salida del sol y la luna, acompañado de luces, animales y la escena del nacimiento con José, María, la mula y el buey, todo esto decorando un espacio de 22 metros cuadrados.


Mayora asegura que cada año, cuando se acerca la fecha esta familia pide revelación al Niño Jesús para realizar diseño del nacimiento, ya que siempre debe ser diferente y con ideas más novedosas, para luego iniciar el trabajo, manteniendo las puestas cerradas y cubriendo su obra maestra para que la comunidad sólo pueda verlo a partir de su inauguración el 16 de diciembre.


“Viene un gentío, con la ayuda de patrocinantes ese día se reparte refrigerios y se hace una fiesta a la que asisten alrededor de 200 personas, este año una persona de buen corazón nos patrocinó el sonido, porque vinieron agrupaciones de distintas partes de Maracay”.

Doris Miranda


Después de esta fiesta, el 24 de diciembre se realiza el descubrimiento del niño, día en el que muchas personas llevan ofendas y peticiones, además de la admiración de los pequeños de la casa.


Doris Miranda, hija de Mayora, relata que muchas personas visitan este pesebre en busca de un milagro, ya que personas aseguran haber sido sanadas de alguna dolencia, o haber recibido algún beneficio que habían pedido con fe en aquel nacimiento. “Muchos traen peticiones, pero nos dimos cuenta de que se cumplían porque venían personas y traían un obsequio, bien sea casitas, ropita para bebé o ramos de flores, incluso, en el 2005 hubo un incendio y se quemó todo el pesebre menos el Niño, José y María”, explicó.

DESDE UNA PILA DE ARENA


Otra historia de fe y superación, ocurrió en la casa de una humilde familia del sector San Rafael, cuando hace 25 años, el señor Reyes Méndez, oriundo de la población de Guaraque, estado Mérida, llegó a la ciudad de Maracay.

Pesebre de la familia Méndez en el barrio San Rafael


Este hombre que perteneció al Centro Cultural Yolanda Granados y fue fundador de la línea de transporte José Gregorio Hernández, sólo tenía un ranchito como hogar, pero nada le iba a quitar su deseo de continuar la tradición de su familia, así que, sobre una pila de arena destinada al inicio de la construcción de su vivienda, realizó su primer pesebre.


Hoy Reyes se encuentra en una delicada condición de salud, pero con su voz temblorosa, apenas audible y una sonrisa en los labios, expresó su emoción porque su familia continúe este legado que lo llena de tanto orgullo. “Yo armaba el pesebre y en la noche los gatos lo tumbaban, así que todas las mañanas tenía que volver a hacerlo, cuando construimos la casa, diseñé un espacio sólo para él”, relató el anciano.

Familia Méndez conserva una tradición de hace 25 años

Un pintor que además fue fundador del barrio San Rafael se contagió de este espíritu navideño, así que todos los años, siendo un amigo muy cercano a la familia, pintaban mural con paisaje que servía de fondo para el nacimiento y que se quedaba allí el resto del año, luego, en el mes de febrero, no podía faltar la Paradura del Niño con fiestas y serenatas en las que se involucra toda la comunidad.


Aleida Manzano, esposa del señor Reyes Méndez, comentó que a pesar de las dificultades, decidieron seguir adelante con la elaboración del nacimiento, con la finalidad de darle buen ánimo a su esposo que se encuentra enfermo.

Aleida Manzano de Méndez


“Duramos un día entero haciéndolo, comenzamos en la mañana y terminamos en la noche, porque aunque es una tradición de mi esposo, toda la familia se enamoró de esta idea, por eso nos reunimos y seguimos haciendo la paradura, además son pocas las cosas que tenemos que comprar porque los adornos tienen años con rostros, muchos fueron fabricados por mi esposo”, añadió Manzano.

Mariana Méndez


Por su parte, Mariana Méndez, nieta del señor Reyes y fiel seguidora de esta tradición, describe paso a paso las actividades que se realizan en torno al nacimiento. “El Día de la Candelaria se le hace un rezo, se canta, hacemos la paradura para la cual se contrata un conjunto de música andina y cerramos con un pequeño compartir con todos los vecinos y este año quisimos hacerlo para que mi abuelo se anime, queremos que se motive para que siga con esta tradición”, explicó.

MENSAJE DE PROSPERIDAD


Para la familia Vásquez, quienes tienen su residencia en la Av. Generalísimo Francisco de Miranda en el municipio Francisco Linares Alcántara, el pesebre representa bendiciones para los hogares que lo elaboran.

Pesebre de la familia Vásquez en la Av. Generalísimo Francisco de Miranda


En esta oportunidad se trata de la historia de dos hermanas, Zulimara y María Angelina Vásquez, quienes desde muy pequeñas tuvieron la iniciativa de empezar a diseñar pesebres, para establecer una costumbre familiar que lleva 18 años de existencia.


“Nosotros armamos el pesebre todos los años y celebramos el Espíritu de la Navidad el 21 de diciembre, nos reunimos un grupo de personas, se tocan las campanas, y pedimos por el mundo, por Venezuela, que haya prosperidad, amor y compartimos una pequeña cena con familiares y amigos”, contó María Angelina


Del mismo modo, Vásquez explicó que otros pesebres que han realizado, han sido donados para las plazas y otros espacios públicos, pues tienen la plena confianza de que “quien regala nacimientos recibe la prosperidad”.

María Angelina Vásquez

“En un principio sólo éramos nosotras, pero poco a poco se incluyeron más personas, ahora tenemos nietos que dejan sus cartas al Niño Jesús y aman la navidad, por lo tanto, es un costumbre que no quedará aquí, sé que las futuras generaciones continuarán este legado”, precisó Vásquez.


Las costumbres varían según las familias y las creencias, pero se trata de una práctica de fe y esperanza que une a todas las familias en el mundo con una idea en común y es que el Niño Jesús nazca en nuestros corazones.

CHIQUINQUIRÁ RIVERO | elsiglo
fotos | YASSÍN RODRÍGUEZ (pasante)