El Líbano; Egipto y Siria firmaron este martes en Beirut un acuerdo para el envío de gas egipcio a territorio libanés; lo que ayudaría a aliviar la grave crisis energética en el país mediterráneo; si el proyecto recibe finalmente la financiación necesaria por parte del Banco Mundial (BM).
Líbano Egipto y Siria firman pacto
“Este acuerdo proporcionará hasta cuatro horas adicionales de electricidad al Líbano, que lo necesita desesperadamente. Firmando este pacto; el Líbano; Egipto; Jordania y Siria habrán completado todos los pasos para avanzar en garantizar electricidad para los libaneses”; dijo en el acto el ministro de Energía libanés, Walid Fayyad.
El pacto fue rubricado durante una breve ceremonia en la capital libanesa por la directora general de Instalaciones Petroleras del Líbano, Aurore Feghali; el presidente de la Sociedad Egipcia de Gas Natural, Magdy Galal, y director general de Petróleo de Siria, Nabi Khersti.
El gas será enviado a través del denominado Gasoducto Árabe, que pasa por territorio sirio, por lo que Estados Unidos ha dado en principio el visto bueno a que las sanciones que tiene impuestas al trato con Damasco no apliquen en el caso de esta iniciativa.
Envío directo
El pasado enero, Beirut rubricó un acuerdo con Jordania y Siria para la recepción de 150 megavatios (MW) de electricidad jordana en horario nocturno y otros 250 durante el día, un envío directo de red a red, pasando por las líneas sirias, que debía sumar dos horas adicionales de luz pública al día.
Sin embargo, el pacto todavía no se ha implementado casi medio año después, a la espera de que el Banco Mundial desembolse la financiación necesaria, algo para lo que demanda una serie de reformas estructurales en el sector.
La misma situación aplica a la cuantía necesaria para el acuerdo rubricado hoy, cuya financiación depende del organismo internacional sin que el país cuente siquiera en estos momentos con un Gobierno operativo para cumplir con los requisitos impuestos para desbloquear la ayuda.
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Nuevos proyectos
Incluso con la puesta en marcha de ambos proyectos, el suministro estatal no alcanzaría a cubrir ni la mitad del día.
Aunque la electricidad ha sido un problema para el país desde la guerra civil (1975-1990), el estallido de una grave crisis de combustible el pasado verano en el marco de la depresión económica iniciada a finales de 2019 rebajó el suministro de la compañía eléctrica estatal a apenas un par de horas diarias.
En la actualidad, la empobrecida población libanesa recibe un máximo de cuatro horas de luz pública gracias a un acuerdo por el que el Líbano obtiene fuelóleo iraquí a cambio de servicios, obligando a pagar desorbitadas cuantías por la contratación de generadores privados a base de diésel.
Los proveedores de servicios de generador ofrecen un suministro limitado que suele rondar las diez horas diarias en el mejor de los casos.
Fuente:EFE
