Luka Doncic metió 45 puntos pero los Phoenix Suns, en una de sus actuaciones más convincentes en estos playoffs de la NBA; no dieron este lunes opción a los Dallas Mavericks en el primer partido de esta semifinal del Oeste (121-114).
Muy serios en defensa y perfectamente corales en ataque; los Suns arrollaron a unos Mavericks deficientes atrás y que echaron en falta las aportaciones ofensivas de sus actores secundarios.
Doncic, inagotable y apabullante pese a todas las variantes defensivas que le plantearon los Suns; se quedó muy cerca del triple-doble (45 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias).
Pero con la excepción de Maxi Kleber (19 puntos con 5 triples); el resto del ataque de los Mavericks tuvo una pobre noche (Jalen Brunson y Spencer Dinwiddie solo sumaron 21 puntos entre los dos).
En cambio; todo fueron buenas noticias para los Suns.
Enchufados al cien por cien de principio a fin; Phoenix contó con un Devin Booker sin rastro ya de su lesión (23 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias), un Deandre Ayton que fue un titán en la zona (25 puntos y 8 rebotes) y un Chris Paul excelente -una vez más- al timón (19 puntos).
¿La única pega al partido de los Suns? Un cierre del encuentro bastante torpe con un 15-29 en los últimos nueve minutos que dio un hilo de vida a los Mavericks cuando el encuentro ya parecía sentenciado.
Al margen de esa mancha, los Suns anotaron el 50,5 % de sus tiros de campo; no fallaron ni un solo tiro libre (18 de 18) y se adueñaron del rebote (51 por 36).
El segundo partido entre Suns y Mavericks se jugará el miércoles también en Phoenix.
DONCIC CONTRA EL MUNDO
Los Suns entraron al duelo como una apisonadora.
Con Bridges apretando en defensa a Doncic; Phoenix desbordó a los Mavericks en un arranque avasallador en el que dominaron todas las facetas del juego desde el rebote hasta las transiciones (18-6 con 6.09 en el reloj).
Brillante con 13 puntos en el primer cuarto, Booker dio muestras de estar totalmente recuperado de su lesión; pero Dallas no se desconectó del encuentro gracias a 14 puntos de un Doncic muy trabajador y a tres triples de Kleber (35-25).
Brunson, el referente contra los Jazz durante la ausencia de Doncic; no solo se quedó con 0 puntos en el primer cuarto sino que además sumó su tercera falta nada más empezar el segundo.
Doncic engrasó la ofensiva de los Mavericks en el segundo parcial; ya fuera anotando por su cuenta o encontrando a sus compañeros en el triple cuando los Suns se cerraban sobre él.
El esloveno acabó su enorme primera mitad con 26 puntos, pero las carencias de intimidación y presión defensiva de los Mavericks abrieron las puertas de par en par a unos Suns más colectivos y versátiles; con Paul finísimo en la dirección y Ayton muy efectivo en la zona, y que anotaron un espectacular 63,6 % en tiros (69-56).
Los Mavericks se aferraron en el tercer cuarto a los triples para buscar una remontada; pero sin mejorar su defensa parecía una tarea imposible.
Así; Ayton en el interior y Johnson en los triples impulsaron a unos Suns que continuaban a velocidad de crucero (96-79).
El último cuarto empezó con dos imágenes impactantes por razones opuestas.
Primero, Kebler dejó mudo al estadio con una feísima caída de espaldas tras un alley-oop pero afortunadamente se recuperó sin problemas; y poco después; McGee le robó un balón a Doncic y se recorrió todo la pista para acabar su fantástica jugada con un mate.
Con su mayor ventaja de la velada (+21), los Suns se relajaron en exceso y permitieron que los Mavericks, con un quinteto bajo a las órdenes de Doncic; se pusieran a solo 6 puntos en el último minuto.
Sin embargo; Booker tomó el mando de la situación y selló la victoria de los Suns sin mayores sustos.