“Emprender debe tener un conocimiento”

Con el propósito de establecerse en una institución productiva para sus estudiantes y la comunidad en general, la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) ha desarrollado a través del Decano de Emprendimiento, diferentes procesos formativos no conducentes a grado, aunque sí orientados al progreso tangible, no solamente de quien lo ejecuta, sino también de la familia, la comunidad y la Nación.

Doctor Rodolfo Piña, decano de Emprendimiento

Su misión es la de fortalecer el emprendimiento mediante la formación y capacitación a través de la docencia en el área empresarial a nivel nacional e internacional, en función de promoverlo en la comunidad universitaria y la sociedad civil para lograr ciudadanos integrales, emprendedores, con sensibilidad, arraigo local y visión global.

Actualmente este decanato cuenta con tres espacios de formación (también decanatos): Emprendimiento, Aeronáutica, y Desarrollo Municipal y Empresarial.

El doctor Rodolfo Piña, decano de Emprendimiento, cuenta con orgullo que esta experiencia académica se inició a partir del año 2015.

“En nuestro caso, tenemos en estos momentos las escuelas de gastronomía, diseño de modas y un conjunto de aliados que dentro de la estructura universitaria comparten cursos que van desde soldadura, refrigeración comercial, programación de sistemas informáticos y otros”.

Dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje tienen cinco áreas de conocimientos en las cuales son insertadas todas estas posibilidades de formación, como son Vivienda y Construcción, Salud, Alimentación y Bienestar, Desarrollo Aeronáutico, Desarrollo Humano, Integral y Ambiente, y Producción e Innovación.

“Todo ese trayecto comprende la formación del emprendedor en áreas propias de lo que desea iniciar, pero también están, las de su desarrollo humano, porque necesitamos un emprendedor con sentido social, que se inserte en la búsqueda del bien común, que se convierta en multiplicador de esa condición de bienestar colectivo, además que conozca de administración, porque de alguna forma este aspecto garantiza el éxito y el retorno de un capital semilla que viene de su propio peculio o de cualquier ente del Estado”.

Al respecto, tomando en consideración la nueva Ley para Fomentar y Desarrollar los Nuevos Emprendimientos, el doctor Piña hace referencia que se apega a la realidad por la que atraviesa Venezuela.

“Ha sido de gran ayuda en el concepto del emprendedor en todo el país. Con esto tenemos un cuerpo legal que le da forma a esta iniciativa que ya tenía la Universidad y que de alguna manera nos ayuda a entender y trabajar mejor con este proceso, que puede ir, desde una simple idea y el apoyo para desarrollarla, hasta llegar a tener un producto final, incluso, desde el punto de vista del derecho de autor, realizar el registro del mismo”, asegura.

El decano hizo hincapié que han establecido articulación tanto con la Gobernación de Aragua como con la del estado Miranda; así mismo con el Inces, consolidando alianzas de talleres de promoción y formación.

“Nosotros podemos constituir alianzas en diferentes niveles, por ejemplo, con aquellas iniciativas que tienen desarrollado su producto o servicio y desean la certificación de ello, de igual manera, para quienes tienen un saber y desean hacer certificación del mismo; esto de alguna forma, al brindar el servicio a la colectividad, lo hagan desde la mejor perspectiva de alta calidad”.

Como si se tratara de una bienvenida a una nueva comunidad académica, el decano explica que como seres humanos, todos somos emprendedores. “Emprender no tiene que estar dentro de un concepto estático, por supuesto, debe tener un conocimiento y debe estar organizado”.

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Y se tratará de responder, tal vez una pregunta capciosa de un aspirante a la certificación de emprendedor que hace referencia a la desilusión, porque el sueño de un proyecto no arranca o cae súbitamente en el mercado, el doctor Piña desde una mirada vanguardista apunta: “pienso que el fracaso es una forma de entender que debemos hacerlo de otra manera, que debemos mejorar; no hay porque tenerle miedo, por el contrario, hay filósofos que han considerado que lo más certero que tenemos en nuestras vidas es la incertidumbre, y la incertidumbre del éxito podemos llamarla fracaso. Pero cuántos no han tenido después de una frustración un renacer con mucho mayor énfasis y experiencia en lo mismo que buscaba o en cualquier otro emprendimiento”.

Considera que el emprendedor debe tener dos características básicas, la curiosidad y la constancia; la primera te va llevar a descubrir lo que quieres hacer y hacerlo de la mejor manera posible. La segunda, permite evitar lo que reflejan las estadísticas, que el emprendimiento puede llegar a tener una mortalidad superior al 70% en los tres primeros años, por lo que ya sabemos que debemos emprender y que debemos esperar. “Hay que tener paciencia, porque ella es el tiempo para que el universo haga su trabajo”.

HÉCTOR BRICEÑO | elsiglo