El Everton chileno cayó este martes por 1-0 frente al Monagas en Venezuela pero avanzó a la tercera fase de la Copa Libertadores, en partido disputado en el estadio Monumental de Maturín, tras el 3-0 logrado en la ida.
El juego estuvo marcado por las constantes interrupciones causadas por las faltas del equipo local. La agresividad del Monagas alcanzó su cenit en la segunda parte con la expulsión de Luis Guerra que marcó el resultado final.
La oportunidad de gol más clara en los intensos primeros minutos fue del Everton en el minuto 9, con un disparo de Ismael Sosa desde el centro del área, con asistencia de Benjamín Berríos.
Luego, en el minuto 15, llegó la oportunidad del Monagas con un tiro al centro el arco de Franklin González que el arquero chileno atajó desde el suelo.
A partir de allí, los venezolanos iniciaron un ataque constante cerca de la meta del Everton, pero la falta de volumen ofensivo les impidió hacer daño, a diferencia de los de Viña del Mar, quienes mostraron claridad en las jugadas del primer tiempo.
Ya en el ocaso de la primera tanda la intensidad se creció para ambos equipos luego de que un disparo de cabeza de Edanyilber Navas, del Monagas, saliera desviado en el minuto 38 y, dos minutos después, el arquero de Everton atajara un cabezazo de Grendy Perozo en el área pequeña.
Los primeros 45 minutos terminaron sin goles, con más de 20 faltas y dos amarillas que el arbitro boliviano Gery Vargas mostró a David Zalzman, del Monagas, y a Diego Oyarzún, del Everton, por juego peligroso.
Apenas inició el segundo tiempo, los locales abrieron el marcador y acortaron la distancia de sus rivales chilenos con un zurdazo de Óscar González. El jugador venezolano remató desde el centro del área y al lado derecho de la portería tras recibir, casi libre de marca, un saque de esquina.
La marca movió el terreno para el Everton que se dispuso a defender su ventaja contra un local que, tras cuatro cambios, se reactivó para atacar.
El desespero de Monagas por sumar pasó factura y, en el minuto 78, el venezolano Luis Guerra recibió una roja por agresión sobre Berríos, una expulsión que desestabilizó al equipo local.
A partir de entonces, Everton dominó pero no concretó las opciones de gol.
