Clientes de fuegos artificiales con el dilema de “comprar o no”

Asegurando que “la cosa no está muy buena”, Argenis Paredes dijo no estar seguro si este año comprará cohetes y las tortas pirotécnicas, como tradicionalmente lo hizo en los últimos 10 años, incluido en el 2020, el primer año de un diciembre en medio de una pandemia (momentos contemporáneos).

“Realmente uno esperaba diciembre para la celebración en familia, las hallacas, los regalos y el festejo con luces en el cielo y estruendos encendorcedores, tanto por aire como por tierra, por el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo y para recibir el año nuevo. Pero hoy en día todo eso ha cambiado, hay que pensarlo dos y hasta tres veces para invertir dinero en los artificiales, porque nos iluminamos con ellos o comemos”, puntualizó.

Paredes indicó que es un fanático de esas celebraciones de colores y ruidos, señalando que es una tradición en su familia. “Desde muy pequeño nuestro padre nos enseñó, incluso, a tomar todas las medidas de seguridad. Desde muy pequeño, con morteros y bombas me inicié, y a medida que fue avanzando el tiempo, las industrias pirotécnicas fueron perfeccionando sus técnicas y nosotros el modo de uso”, detalló.

Explicó que el año pasado no celebró como en el pasado, pero logró comprar cajitas de estrellitas, bombeadores y tumbarranchos o matasuegras. “En este 2021 no estoy seguro si compraré, esto es un dilema, porque siguiendo algunos comercios aquí en Maracay, los precios están en 50% por encima de los valores del año pasado”, apuntó. “Ya nos las ingeniaremos, aunque ni fósforos de cocina se pueden comprar para estallarlos con un clavo dentro de un vástago de una pluma”, mencionó.

Pedro Del Monte manifestó que ya se acerca la festividad de la Natividad y no ha comprado ni una velita. “Ya no es como antes, uno se fascinaba con las luces pirotécnicas, incluso, había competencia entre sectores y edificios, pero los juegos están costosos; una torta la vi en el centro en 30 dólares, es mucho dinero para disfrutar unos segundos. Estoy por decidir, de comprar o no”, argumentó.

Del Monte precisó que buscará la manera de adquirir dos cajas de fosforitos de dos explosiones “que tienen un valor entre 8 y 10 verdes”.

Armando Rojas precisó por otro lado, que como en años anteriores no ha visto la acostumbrada demanda por los juegos pirotécnicos. “Eso ocurre porque la gente está buscando la manera de vestir y comer. Ya no vivimos aquellos tiempos de bonanza, donde disfrutábamos de todo y nos alcanzaba para comprar cohetes por paquetes, que hoy en día tienen un costo de 30 dólares la docena”, puntualizó.

Recalcó que no considera prioridad comprar pirotecnia este año, como ocurrió en el 2020. “Hay cosas más importantes de cubrir; crecí dentro de una familia que se desvivía por estas fechas para iluminar el cielo, pero las cosas cambiaron totalmente; de comprar, serán estrellitas para mis hijos”, añadió Rojas.

El joven Leandro Vielma señaló que le encantan las tortas de luces y los cohetones, pero con cierta madurez subrayó, “todo depende de lo que compren mis padres, porque por mi edad (17 años) no está permitido. Pero no creo inviertan mucho en los fuegos artificiales, porque hay otras prioridades en la casa. Tal vez mis tíos me regalen tumbarranchos, que es lo más accesible para los bolsillos; espero puedan hacerlo para mí”.

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