Identificados dos de los «guaricheros» abatidos en el Terminal

Dos de los sujetos abatidos en el enfrentamiento que se produjo en las inmediaciones del Terminal Central de Maracay la noche del viernes fueron identificados por las autoridades, que informaron que se trata de integrantes de la peligrosa banda de «Los Guaricheros».

Dos de de
Por esta pared saltaron hacia la escuela los delincuentes

Efectivamente, los detectives lograron determinar los nombres de los fallecidos, que se enfrentaron a tiros con efectivos del Cicpc de Carabobo en el área circundante al cruce de las avenidas Constitución y Fuerzas Aéreas de Maracay.

Se trata de Freddy Antonio Méndez, alias «El Neno«, residenciado en Mariara, estado Carabobo; y Jhos Wuillmer Daniel Barrero Mijares, de 20 años de edad, alias «El Pelotero«, quien fungía como líder del grupo delictual. El tercer abatido es conocido como «Yosnel la fresa», cuya identidad está por ser definida.

Se pudo conocer igualmente que los sujetos abatidos eran integrantes de la banda denominada «Los Guaricheros», quienes se dedican a la extorsión, cobro de vacuna y secuestros, y estaban vinculados con numerosos homicidios entre Maracay y valencia, especialmente a través del eje oriental carabobeño, con Mariara como epicentro de sus fechorías. Destacaba en su currículo delictivo el asesinato de un militar activo, ocurrido el pasado diciembre de 2020.

EL SEGUIMIENTO

De manera extraoficial se obtuvo la información de que los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas del estado Carabobo venían pisándole los talones a esta banda, gracias a un trabajo de inteligencia que permitió establecer el momento oportuno para abordarlos y proceder a la desarticulación.

Al momento del enfrentamiento, los delincuentes se encontraban presuntamente a bordo de un vehículo marca Toyota, modelo Corolla, de color verde y placas AA130TI, del cual descendieron al menos cuatro individuos fuertemente armados, efectuando disparos a las comisiones policiales. Este primer choque tuvo lugar en el cruce de las avenidas Constitución y Fuerzas Aéreas.

DOS ENFRENTAMIENTOS

En el primer enfrentamiento cayó abatido uno de los malhechores, cuyo cuerpo quedó tendido en la parada de buses del TransMaracay, ubicada frente al Terminal de Maracay.

Los otros sospechosos optaron por abandonar el carro y a veloz carrera huyeron por la avenida hasta saltar la pared de la UEN «Jesús Pacheco Rojas», para tratar de despistar a los detectives y evadir a la justicia.

Sin embargo, los funcionarios no les perdieron la pista, originándose otro intercambio de disparos, presuntamente dentro de la institución educativa, donde dieron de baja a los otros sujetos.

En las primeras de cambio se manejó la información de que los sujetos tenían en su poder granadas fragmentarias, sin embargo, esa información no fue confirmada ni se visualizaron efectos de alguna detonación en la zona.

EL DESPLIEGUE POLICIAL

Una gran movilización de funcionarios policiales generó este enfrentamiento, pues inmediatamente todos los cuerpos se unieron para bloquear las vías circundantes del Terminal Central, incluyendo sectores como San Agustín y San José.

Hasta altas horas de la noche, los uniformados de distintos organismos de seguridad realizaron el trabajo de campo correspondiente, para verificar que las zonas adyacentes del suceso estuvieran libres de «guaricheros».

En este procedimiento, los uniformados se trasladaron hasta las instalaciones del Seguro Social de San José para verificar los terrenos adyacentes y confirmar que, lamentablemente, al menos uno de los sospechosos logró darse a la fuga.

Sin embargo, los detectives mantienen la investigación con el fin de identificar el cuarto sujeto, precisar su alias, y en función de esto avanzar hacia su captura, para evitar que la banda tenga una forma de recomponerse.

MODUS OPERANDI DE LA BANDA

Según se pudo conocer, «Los Guaricheros» se disfrazaban de funcionarios de organismos de seguridad del Estado para cometer sus fechorías, de lo cual al parecer existen muchas pruebas en las redes de mensajería telefónica. Vestidos de policías, de funcionarios del Cicpc e incluso de militares, colocaban alcabalas falsas en las principales vías, para proceder a despojar a las personas de sus pertenencias, e incluso a secuestrarlas cuando determinaban que se trataba de alguien «de valor».

A través de estas acciones los delincuentes lograron cometer varios delitos de extorsión, secuestro y homicidio.

EL CRIMEN DEL MAYOR

El principal crimen de «Los Guaricheros» fue el asesinato del mayor del ejército José Manuel Bustamante López, acción criminal que hizo que las autoridades encendieran las alarmas sobre este grupo y se iniciara el proceso de su neutralización.

A los fallecidos, Freddy Antonio Méndez, alias «el Neno«; Jhos Wuillmer Daniel Barrero Mijares, alias «El Pelotero», y a «Yosnel la fresa» se les incautó un auténtico arsenal.

Se trata de una arma de fuego tipo pistola, marca Glock, modelo 17, calibre 9mm; un arma de fuego tipo pistola, marca Browling, calibre 9mm, con seriales EKB283; un arma de fuego tipo pistola, marca Browling, calibre 9 mm y seriales 215rp8335.

Igualmente un arma de fuego tipo sub ametralladora, marca UZI, modelo Umil, calibre 9mm y serial 41724; una arma de fuego tipo pistola, marca Browling, calibre 9mm y serial 27354; un chaleco balístico marca Arsenal, modelo Cavim, con serial LM140118.

A eso se sumó un chaleco Petris, modelo P2O25, con logos alusivos al Cicpc; 33 conchas de balas percutidas calibre 9mm y 19 conchas calibre 7.62×35.

PARECÍA EL LEJANO OESTE

Como una película de vaqueros describieron los vecinos de San Agustín lo vivido la noche del viernes.

Al respecto, María Arévalo destacó: «Nosotros nos encerramos cuando empezamos a ver a las patrullas pasar como locas, a las primeras de cambio pensábamos que era fuegos artificiales pero cuando vimos que la cosa no era juego nos resguardamos en nuestras casas».

Asimismo Alex Martínez relató: «Estábamos como es costumbre en el barrio sentados afuera, compartiendo entre amigos y jugando una partidita de dominó y empezamos a ver el movimiento y a escuchar las detonaciones, tipo película del lejano oeste. Allí fue donde empezamos a coger cada quien por su lado, buscando resguardarnos de alguna bala loca. En las matas de la escuela se podía ver como caían las ramas y las hojas al pasar las balas; allí fue cuando todo el mundo agarró para el suelo».

Por su parte, Douglas Pérez contó: «Gracias a Dios que esa gente no corrió hacia el barrio porque esta es una zona muy concurrida por niños en las calles, los disparos se escuchaban cerca. Nosotros nos resguardamos en nuestras casas, para no ser víctima de alguna bala perdida. Las películas de vaquero quedaron chiquitas ante lo ocurrido ayer».

Igualmente Carlos Montesuma señaló: «Nosotros vivimos en plena avenida, al escuchar las detonaciones salimos a ver qué pasaba. Al principio pensábamos en fuegos artificiales pero después empezamos a ver la realidad de la cosa y nos resguardamos».

Entre tanto, Manuel Castillo destacó: «Todos los que estábamos por la calle «A» nos lanzamos al suelo, no quedaba de otra, las balas iban y venían por la avenida. Nosotros no nos dio tiempo ni de correr, eso fue de repente, se escucharon unos frenazos y luego una retreta de disparos, como si fuesen de metralletas, una situación tipo películas. Gracias a Dios los efectivos policiales actuaron de manera rápida y diligente porque sino quien sabe qué hubiese sucedido si los tipos se hubiesen metido hacia el barrio».

Algunos habitantes de la zona comentaron que en muchas de las casas tuvieron que dar refugio a los peatones que circulaban por el barrio hacia oro destino, en una jornada de la cual ya pasaron los nervios y quedaron las anécdotas.

JOSÉ CARPIO G | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA