Localizaron muertos a militar y un civil en una zona boscosa

Vecinos de la zona, mientras buscaban leña, encontraron dos cadáveres de sexo masculino, y uno de ellos correspondía a un funcionario activo de la Guardia Nacional Bolivariana.

Los cadáveres fueron trasladados a la Morgue para la autopsia

De acuerdo a las fuentes consultadas, el hallazgo ocurrió este lunes en horas de la tarde, cuyo suceso tuvo de escenario la Laguna del Conde, en una zona boscosa de la parroquia San José de Barlovento del municipio Andrés Bello del estado Miranda.

Se notificó a la autoridad del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que una de las víctimas respondía al nombre de Eduardo José Pérez Sangroni.

Se trata de un funcionario activo de la Guardia Nacional Bolivariana, según la información proporcionada a los periodistas.

Pérez estaba adscrito al Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro, Conas-GAES, región Capital.

Mientras que el segundo cadáver, también del sexo masculino, no pudo ser identificado en el momento del levantamiento de los cuerpos y se está a la espera por las experticias correspondientes o en su defecto se presente algún familiar aportando datos físicos de la persona.

De acuerdo a la aproximación, se trata de una persona de sexo masculino, de tez trigueña, cabello liso, corto y de contextura regular, de un metro 75 centímetros de estatura.

Durante la inspección ocular, se observó a los individuos ya fallecidos con heridas múltiples por armas de fuego. Por lo tanto, la investigación sobre lo sucedido sigue en curso.

Pese a que los investigadores están montados en dar con el paradero de los homicidas, y sobre el doble homicidio se manejan varias hipótesis y una de ellas, se inclina presuntamente a un acto de venganza.

También lo relacionan con el supuesto robo de la pistola del militar o se trata de un acto de retaliación. Sin embargo, las pesquisas dirán la última palabra sobre los hechos ocurridos en el sector la Laguna del Conde en Barlovento, en Miranda.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo