En vista del peligro que representa estar en los sitios vulnerables de La Candelaria, muchas personas que conviven con menores de edad optaron por trasladarlos a otros sitios, lejos de cualquier infección o enfermedad.
Una de las calles más afectadas por la creciente de la riada fue la Rómulo Gallegos, donde el río hizo estragos.
Una semana después de ese episodio aún queda lodo y agua estancadas que representan peligro de enfermedad, más que todo en la población infantil.
En este sentido, Alejandro Capote señaló, “luego de las lluvias que se produjeron el día lunes la afluencia del agua del río volvió a crecer, esta situación nos puso bastante nerviosos; producto de esta situación optamos por sacar a los niños de la cuadra, para salvaguardar su integridad conjuntamente con los Bomberos y Protección Civil de Aragua”.
Leer más: Anegada nuevamente La Candelaria
Por otra parte, Lola Gutiérrez indicó, “la lluvia que se registró el lunes provocó que las aguas se metieran en las casas, eso fue un susto más para nosotros que nos mandaron a desalojar, más que todo a los niños que son los que más sufren estas situaciones, al igual que los adultos mayores”.
Entre tanto, Ricardo Rigio destacó, “la información que teníamos de parte de las autoridades de Protección Civil y Bomberos de Aragua, fue que desde la montaña estaba bajando mucha agua y que desalojáramos el sector, tuvimos que mandar a los muchachos a otras casas para poder protegerlos”.
Destacaron las personas damnificadas que alguno de los niños fueron trasladados para casas de familiares fuera del municipio, ya que temen que en cualquier momento pueda presentarse una epidemia producida por la cantidad de barro, lodo y agua que hay en el sector.
Los equipos de mantenimiento gubernamental se encuentran en la zona removiendo los escombros que quedan, no obstante las lluvias caídas después del deslave han atrasado los trabajos de limpieza, ya que volvió a inundar las calles afectadas.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO
