Presa ciudadana tras quemar con una cuchara a su hijo

Funcionarios de la Delegación Municipal de Maracay, previo a las denuncias de algunas personas de la comunidad, practicaron la aprehensión de una ciudadana, acusada, al parecer, por uno de los delitos previstos y sancionados en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescentes.

ciudadana deDe acuerdo a las querellas, la ciudadana incurrió en un hecho de trato cruel contra su propio hijo.

Wilmarys María Isnova, de 22 años de edad, según las investigaciones preliminares, en medio de un ataque de histeria ante el llanto desconsolador de su pequeño hijo, por motivos desconocidos, tomó una cuchara y la calentó en la hornilla de la cocina.

Seguidamente se la pasó a su propio descendiente por las regiones bucal y genital, causándole graves lesiones.

Ante el llanto del menor, los vecinos se preocuparon y notificaron del asunto a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes de inmediato abrieron una investigación.

Tras los interrogatorios y la inspección ocular a las heridas de la criatura, de quien se reserva su identidad por cuestiones de la ley de menores, los investigadores practicaron la aprehensión de la sospechosa.

Wilmarys María Isnova quedó detenida a las órdenes de la Fiscalía Décimo Sexto del Ministerio Público del estado Aragua, y en el transcurso de las próximas horas será presentada ante un tribunal del Circuito Judicial de la región por el delito de trato cruel, según la información colgada en la red social de la institución policial.

Vale precisar asimismo que el comisario general Douglas Rico, director nacional del Cicpc, ha sido muy enfático al señalar que cualquier denuncia por maltrato en contra de un niño o niña, el funcionario está en la obligación y dar una respuesta contundente a la querella. Y eso hizo el personal de la Delegación Municipal de Maracay.

El alto funcionario del Cicpc recomienda a la ciudadanía en general que, por favor no permitan que ningún infante sea maltratado por sus progenitores o terceras personas. No al delito contra los niños.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo